La constructora de aviones Embraer, la tercera en el mundo, anunció hoy el despido de 900 empleados en fábricas de Brasil que se unirán a otros 1600 desvinculados de forma voluntaria, para enfrentar los impactos de la Covid-19.
Según la empresa, que tiene 20 mil trabajadores en el Brasil y el extranjero, ‘Embraer adoptó una serie de medidas para preservar los puestos de trabajo, tales como vacaciones colectivas, reducción de la jornada laboral, despido, asuetos pagados y tres planes de despido voluntario’.
También, precisó, redujo el trabajo in situ en las plantas industriales, con el objetivo de asegurar la salud de los empleados, garantizar la continuidad del negocio, la sostenibilidad empresarial y su capacidad de ingeniería.
Además de la pandemia, que causó el colapso del 75 por ciento de la demanda de aviones, la asociación con la corporación estadounidense de desarrollo aeroespacial y de defensa Boeing también resultó dañada, lo que exigió la separación del brazo comercial a un costo de 485,5 millones de dólares.
Embraer apostaba a la asociación con Boeing para la supervivencia de la compañía frente a competidores como Airbus y Bombardier.
El fin de tal sociedad agravó su situación y más aún después de invertir 1750 millones de dólares en el desarrollo de tres aviones E2.
Incluso, pese a ser considerados los mejores de su categoría, con la crisis sanitaria en el mundo la mayor parte de la flota mundial está en tierra y no hay demanda de nuevas aeronaves.
De abril a junio, Embraer tuvo una pérdida neta de 1683 millones de reales (unos 315 millones de dólares).