La tensión entre Atenas y Ankara por el control de ciertas aguas en el Mediterráneo Oriental parece haberse rebajado, con el retiro del buque exploratorio ‘Oruç Reis’, que ha regresado a puerto turco este sábado.
El nivel de las tensiones marítimas entre Grecia y Turquía de las últimas semanas ha decrecido. Ankara anunció la retirada de uno de sus buques exploratorios que inspeccionaban las aguas en disputa, mientras que el Gobierno griego celebró el movimiento y afirmó que espera “continuidad” en la desescalada.


Los derechos sobre las posibles reservas de gas y petróleo que hay en la zona son la causa de las serias disputas entre ambas naciones. El hecho de que las relaciones internacionales hayan sido siempre malas tampoco ha beneficiado al entendimiento y ha hecho que diversos puntos marítimos estén sin definir.


La intervención de Estados Unidos parece que ha hecho que Ankara baje el tono. El primer ministro heleno, Kyriakos Mitsotakis, considera que este es un primer paso positivo hacia la desescalada, añadiendo que un diálogo franco es la única manera de resolver los problemas de las zonas marítimas entre los dos países: “Tan pronto como Turquía muestre signos de una sincera desescalada, seré el primero en sentarme en la mesa de negociaciones”.

El ministro de Defensa turco Hulusi Akar, sin embargo, repitió sus advertencias a Grecia para que no se convierta en una avanzadilla de los planes de Emmanuel Macron: “Estamos a favor del diálogo. Deseamos que nuestros problemas aquí se resuelvan por métodos pacíficos”

Redacción
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