El Consejo de Seguridad de la ONU pidió a Armenia y Azerbaiyán que detuvieran inmediatamente las hostilidades.
“Los miembros del Consejo de Seguridad expresaron su apoyo al llamado del Secretario General de las partes para que dejen de luchar de inmediato, reduzcan las tensiones y regresen a negociaciones significativas sin demora”, sostuvo el presidente del consejo, Abdou Abarry.
Abarry dijo que puede ser posible una reunión con la participación de Armenia y Azerbaiyán.
Ademas agrego: “[Los miembros del Consejo de Seguridad] condenan enérgicamente el uso de la fuerza y lamentan la pérdida de vidas y el número de víctimas entre la población civil”.
La situación en Nagorno-Karabaj se intensificó el 27 de septiembre, cuando Azerbaiyán dijo que sus posiciones habían sido objeto de intensos ataques desde Armenia. Armenia, a su vez, dijo que el ejército azerbaiyano había organizado una ofensiva en dirección a Nagorno-Karabaj. Mencionó a su vez que varios asentamientos en Nagorno-Karabaj, incluido su centro administrativo Stepanakert, habían sido bombardeados por Azerbaiyán. Ambas partes informan de víctimas, incluso entre civiles. Tanto Armenia como Azerbaiyán han impuesto la ley marcial y han anunciado la movilización.