Por Magalí Torres (Politólogos Al Whisky) – 12/10/2020
Los líderes de la Unión Europea vuelven a reunirse hoy para una nueva seguidilla de negociaciones intentando resolver el bloqueo presupuestario que tiene a la población en alerta hace semanas. La discusión gira en torno al Presupuesto de la Unión para el año 2021 y – si bien se pensaría que las trabas son rutinarias año tras año – las negociaciones de este 2020 incluyen inevitablemente la particularidad que ha definido el año: la pandemia por COVID-19.
En las negociaciones presupuestarias de esta semana se incluye la resolución del millonario Fondo de Recuperación Económica, previsto para fines de 2021, que busca brindar una muy requerida asistencia a los países más azotados por la pandemia tanto en términos sanitarios como económicos; España, Italia y Grecia entre los primeros.
El mismo, se suma a la definición del nuevo Marco Financiero de la Unión, que regirá hasta 2027. Entre ambos elementos, las reuniones y debates de esta semana pactarán el mayor gasto presupuestario en la historia de este proceso de integración regional.
Merece la pena recordar que la UE se encuentra en jaque además en otros frentes; las dudas sobre la situación del Estado de Derecho en Polonia y Hungría tienen las tensiones en alza en la región desde por lo menos finales de 2018. Sin embargo, el requerimiento de unanimidad para sanciones más firmes que las económicas limita a la organización, dado que ambos países del Este se han prestado el veto mutuamente para evitar reprimendas bajo el Artículo 7 del Tratado de Maastricht (o Tratado de la Unión Europea).
La situación actual presenta un nuevo desafío para el proceso de integración regional más avanzado del mundo. En un contexto internacional de descontento y falta de fe hacia el multilateralismo y las instituciones, los resultados de las negociaciones de esta semana pueden ser un signo significativo para muchos más que los países de la Unión.