En el día de ayer, Felipe Solá, Ministro de Relaciones Exteriores argentino, participó en la 50º Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos.
En este marco, entre los argumentos principales estuvieron el Covid-19 y los proyectos sobre la democratización y respeto de derechos humanos en Venezuela y Nicaragua. Sin embargo, fue principal para la Argentina el reclamo por las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.
La Asamblea General adoptó por aclamación la Declaración sobre la Cuestión de las Islas Malvinas. Fue así como se reafirmó, una vez más, la necesidad de que los Gobiernos de Argentina y del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte reanuden las negociaciones sobre la disputa de soberanía. El objetivo principal es el de encontrar una solución pacífica a la prolongada controversia.
En su discurso, el Canciller agradeció “a los países del hemisferio su continua solidaridad” y reiteró que “la recuperación del ejercicio pleno de la soberanía sobre las Islas y los espacios marítimos circundantes […] es un objetivo permanente e irrenunciable que está consagrado en la Constitución Nacional y constituye una Política de Estado“.
Cabe recordar que asimismo, Argentina no apoyó la declaración que exige elecciones libres e independientes en Venezuela. También se abstuvo a la resolución que pide a Nicaragua restaurar las instituciones democráticas y garantizar el respeto de los derechos humanos.
Hace un tiempo me enteré que una británica está como “observadora” en la OEA. ¿Qué tiene que hacer una británica en la OEA? Encima, opina. El que usurpe ilegalmente nuestras Malvinas, parte de América, y que tenga algunas posesiones coloniales en el Caribe no le da ningún derecho ni participación en la OEA. Es una colada, pero la culpa no la tiene el cerdo….