El presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, estaría preocupado por el resultado de las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos, ya que ha apostado mucho por su relación personal con Donald Trump. Este comentario fue mencionado por una columna de política exterior y seguridad nacional en el Washington Post.
“Erdogan ha obtenido el máximo provecho de su capacidad para persuadir, algunos dirían manipular, al presidente (de Estados Unidos)”, sostuvo Josh Rogin en un artículo de opinión.
Los ejemplos incluyen el norte de Siria, donde el presidente de EE. UU. permitió brevemente una operación militar turca contra la administración autónoma liderada por los kurdos, adems de la investigación del Departamento de Estado de EE. UU. sobre un banco turco acusado de violar las sanciones contra Irán, que Trump supuestamente intentó anular.
Sin embargo, Rogin dijo que el mayor favor que Trump le ha concedido a Erdogan es su negativa a imponer sanciones a Turquía por la compra del sistema de defensa antimisiles S-400 de fabricación rusa.
Biden ha indicado que tomaría una postura más asertiva sobre Turquía y le dijo al New York Times que Erdogan “tiene que pagar un precio”.
“La animosidad entre Erdogan y Biden es profunda”, dijo Rogin citando un presunto incidente después de que Biden se reuniera con figuras de la oposición en Turquía.
“Erdogan estaba tan indignado que irrumpió en una reunión privada entre sus cónyuges y le dijo a Jill Biden que debería tener a su marido bajo control”.
Con Biden liderando las encuestas, Erdoğan tiene motivos para preocuparse antes de las elecciones del 4 de noviembre, dijo Rogin.
“Si Biden gana, el viaje tranquilo de Erdogan seguramente habrá terminado”.