En el día de ayer, domingo 08 de noviembre, Evo Morales y su comitiva volvieron a Bolivia para participar en la ceremonia de asunción presidencial del nuevo gobierno de Luis Arce. La particularidad de este viaje, es que una parte del trayecto fue realizado en una aeronave de la Fuerza Aérea Argentina.
El viaje fue desde Buenos Aires hacia Jujuy en un avión de la Fuerza Aérea. El protagonista de los cielos fue en este caso el C-130 TC-70. Al llegar al aeropuerto de esa provincia, la comitiva continuó su viaje en tierra a bordo de distintos automoviles.
Desde luego, el viaje ha recibido numerosas críticas por la movilización de un avión de la fuerza aérea nacional para este tipo de menesteres.
Sin embargo, por derecho internacional, Argentina es responsable por alojamiento y viáticos de Evo Morales. Esto se da particularmente por haberle otorgado asilo político al ex presidente boliviano, hace casi un año, el 12 de diciembre del 2019. De esta manera, queda a cuenta del erario público del país que realiza la acción de refugio político, lo que incluye los transportes por medios aéreos nacionales ante requerimientos del refugiado político.
Sin embargo, ha habido criticas en torno al ámbito de la Defensa Nacional acorde al importante costo de vuelo de las aeronaves de transporte, cuestión que se estima podría haber sido minimizada con la contratación de un vuelo chárter en una aerolínea privada o publica.