Por Aldana Sofía Vidal (Politólogos Al Whisky) – 09/10/2020
Nuevamente se dispararon las tensiones en el Mediterráneo Oriental luego de una nueva extensión en la misión de exploración de gas por parte de Turquía en la zona marítima en disputa al sur de Kastelorizo. La misión se extendió hasta el 4 de noviembre.
Los problemas alrededor de la exploración de recursos en el suelo marítimo no son nuevos. Ya en agosto, Turquía envió al buque de prospección sísmica, Oruç Reis, prolongando numerosas veces la misión pese a los repetidos pedidos de Grecia y la UE para que se detuviera. Esta situación generó encuentros con buques griegos rivales, involucrando también a Francia, quien se puso del lado de los griegos.
Fue recién el mes pasado cuando Ankara retiró al buque de las aguas disputadas con el supuesto objetivo de “permitir la diplomacia”. Sin embargo, simultáneamente al retiro, el buque fue sometido a un mantenimiento programado, para luego volver a la zona.
En esta ocasión, el Oruç Reis volvió a las aguas bajo disputa acompañado de dos barcos de apoyo, el Ataman y el Cengiz Han. Francia, Alemania y Grecia condenaron esta decisión.
El Oruç Reis trabaja actualmente en aguas también reclamadas por Grecia y Chipre. Por lo tanto, la disputa marítima responde a la extensión de las plataformas continentales, y, en consecuencia, los reclamos sobre los recursos hidrocarburíferos de esta zona. La cuestión refiere a la Convención sobre el Derecho del Mar de las Naciones Unidas, sobre la cual Grecia insiste que sus islas deben tenerse en cuenta para su placa continental. No obstante, Turquía no reconoce esta postura al no suscribir a esta Convención. Mientras que Grecia y la UE afirman la ilegalidad del accionar turco, Ankara sostiene que está trabajando sobre su propia zona económica exclusiva (ZEE).
Los altos costos derivados de la infraestructura para la explotación de este recurso junto con la necesaria creación de oleoductos que vayan más allá de las fronteras turcas, pueden tanto profundizar las tensiones como atenuarlas, teniendo en cuenta que para obtener un verdadero beneficio económico puede que sea necesario un accionar conjunto.