El asesor de política exterior del presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, instó el jueves a poner fin a los combates en el norte de Etiopía, donde las tropas federales luchan contra los rebeldes y avanzan hacia la capital regional.

Una guerra de dos semanas en la región de Tigray mató a cientos, envió a 30.000 refugiados a Sudán y puso en duda si el primer ministro Abiy Ahmed, el líder más joven de África y ganador del Premio Nobel de la Paz el año pasado, puede mantener unida a su fracturada nación antes de las elecciones del año que viene.

Cientos de trabajadores humanitarios extranjeros han abandonado Tigray, advirtiendo sobre una crisis en ascenso en un área donde cientos de miles de personas dependían de la ayuda alimentaria incluso antes de los combates.

“Profundamente preocupado por la crisis humanitaria en Etiopía por los informes de violencia étnica selectiva y el riesgo para la paz y la seguridad regional”, tuiteó Antony Blinken, un diplomático veterano y confidente de Biden desde hace mucho tiempo.

Etiopía, la segunda nación más poblada de África con 115 millones de habitantes, es una federación de 10 estados administrados por grupos étnicos separados. La guerra ha enfrentado al gobierno central con una de las regiones más militarizadas.

El Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF) del norte gobernó efectivamente Etiopía durante décadas como la fuerza más poderosa de una coalición multiétnica, hasta que Abiy tomó el poder hace dos años.

Etiopía es un importante aliado de Estados Unidos cuyos soldados sirven en misiones de mantenimiento de la paz en Sudán del Sur y Somalia. Sus servicios militares y de inteligencia se encuentran entre los más capaces de África.

“El TPLF y las autoridades etíopes deben tomar medidas urgentes para poner fin al conflicto, permitir el acceso humanitario y proteger a los civiles”, agregó Blinken, quien se espera que desempeñe un papel de alto nivel en la próxima administración estadounidense.

En el terreno, el líder del TPLF dijo que sus soldados todavía controlaban la importante ciudad de Axum, aunque habían perdido Shire cuando las tropas federales se dirigían a la capital del estado, Mekelle.

Las afirmaciones de todas las partes han sido imposibles de verificar porque las conexiones telefónicas y de Internet a Tigray se han suspendido y el gobierno ha restringido el acceso.

Con información de Reuters

Redacción
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