El “escenario teleológico” sería aquel en el que “la finalidad de los procesos creativos eran planeadas por modelos finitos que podían intermodelar o simular varios futuros alternativos y en los que primaba la intención, el propósito y la previsión, pero tras el triunfo de Donald Trump en las Presidenciales de EE.UU. de 2016 asistimos a la irrupción del “escenario teleonómico” que vendrá marcado por dosis extremas de volatilidad.
Los cisnes negros de Donald Trump
La teoría del Cisne Negro fue desarrollada por Nicholas Taleb en su libro “El Cisne Negro (2010) en el que intenta explicar “los sesgos psicológicos que hacen a las personas individual y colectivamente ciegas a la incertidumbre e inconscientes al rol masivo del suceso extraño en los asuntos históricos”. En efecto, nuestra mente es capaz de secuenciar únicamente fragmentos de la secuencia total del inmenso genoma del caos, con lo que inevitablemente recurrimos al término “efecto mariposa” para intentar explicar la vertiginosa conjunción de fuerzas centrípetas y centrífugas que terminarán por configurar el puzzle inconexo del caos ordenado que se está gestando y del que Donald Trump sería deudor. La frivolización del coronavirus por parte de Trump así como su dilación en la adopción de medidas quirúrgicas en los principales focos de transmisión del coronavirus de EEUU ha derivado en una auténtica pesadilla con sus consiguientes efectos colaterales en forma de reguero de muertos (más de 230.000 fallecidos), colapso de los servicios médicos, paralización de la actividad productiva y entrada en recesión de la economía estadounidense.
Asimismo, el hundimiento del precio del petróleo habría provocado cerca de 200 declaraciones de quiebra de empresas dedicadas al shale con una deuda acumulada de cerca de 120.000 millones $ que afectará posteriormente a la cuenta de resultados de grandes bancos como JP Morgan, Bank of America, Citigroup y Wells Fargo y que podría desembocar en un futuro mediato en una nueva crisis financiera. Así, la inacción de las empresas habría desencadenado un incremento estratosférico del paro lo que aunado con la caída de Wall Street terminó por diluir los efectos benéficos de la política económica de Donald Trump. Por otra parte, la explosión de violencia urbana en la ciudad de Minneapolis tras la brutal muerte por asfixia de un indefenso George Floyd en una nueva actuación desmesurada y con claros tintes racistas de las fuerzas de orden público, provocó que las áreas metropolitanas con altas tasas de población afroamericana estallasen en masivas movilizaciones.
¿Perdón Presidencial para Donald Trump?
La paranoia de Trump se habría agravado al verse afectado por el llamado “sindrome de hydris” citado por el médico y político inglés David Owen en su obra “The Hybris Syndrome: Busch, Blair ant the Intoxication of Power”. Dicho término procede de la palabra griega “hybris” que significa desmesura y que tendría su paradigma en el intento de aplicar la Ley de Insurrección que conllevaría la utilización del Ejército .Ello se enmarcaría en su lema electoral (“The President of Law and Order”). Sin embargo, el intento de militarizar todo el país habría provocó la inquietud en el establishment dominante y tuvo su plasmación en las declaraciones del secretario de Defensa Mark Sper, que se mostró contrario a la aplicación de la Ley de Insurrección tras afirmar que “el racismo es real en el país y debemos hacer lo posible por reconocerlo, plantarle cara y erradicarlo”. Especial relevancia adquirió la irrupción mediática del ex-secretario de Defensa de la Administración Trump, el ex-general de la Marina,James Mattis al acusar a Trump de “intentar dividirnos y de la necesidad de unirnos sin él, aprovechando las fuerzas inherentes a nuestra sociedad civil” Tras la victoria en las urnas de Joe Biden, el establishment republicano terminará por aceptar los resultados electorales y dejará a Donald Trump abandonado a su suerte y a merced de los futuros procesos judiciales que le aguardan, no siendo descartable el perdón Presidencial a Trump para exonerarle de posible cargos judiciales a cambio de reconocer su derrota y abandonar la Casa Blanca.