Por Aldana Sofía Vidal (Politólogos Al Whisky) – 16/12/2020
Luego de la elección de Joe Biden como el cuadragésimo sexto presidente de los Estados Unidos, hay ciertas inquietudes sobre cómo será la relación del país para con la política impulsada por el mandatario electo y cómo esta puede llegar a afectar a nuestro país.
Hoy en día la realidad es que la agenda bilateral entre ambas partes es mínima. Durante la gestión de Trump no hubo grandes acercamientos para con la región salvo por cuestiones específicas como por ejemplo la situación actual de Venezuela. Mientras que durante sus cuatro años de mandato Trump solo visitó América Latina una vez, para el G-20 de Buenos Aires en 2018, Biden, como vicepresidente de Obama, visitó la región en 16 oportunidades.
Sin embargo, mantener una relación estable con Washington es fundamental si se busca lograr un acuerdo respecto a la deuda con el Fondo Monetario Internacional. La llegada de Biden a la Casa Blanca no debería complicar las negociaciones, así como estas se mantuvieron estables durante la presidencia de Donald Trump, se confía en que continúen de la misma manera.
A nivel global se espera un retorno de los Estados Unidos a la multilateralidad, junto con la reducción de los conflictos comerciales y el proteccionismo económico.
A su vez, se espera que Biden tenga una participación mucho más activa a nivel regional. La elección de Biden como presidente se interpreta de manera positiva en el continente en cuanto a que se espera que los vínculos entre EE.UU. y la región aumenten y prosperen teniendo en cuenta el alejamiento de la gestión Trump.
La próxima Cumbre de las Américas en 2021, en dónde EE.UU. será anfitrión, será una gran oportunidad para que Biden exponga sus intenciones para con América Latina en un contexto más que complejo en dónde los países intentan recuperarse de los impactos producto de la pandemia de COVID-19.
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