Por Alejo Sanchez Piccat de Politólogos al Whisky
Así declaró el Director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, cuando se le consultó el día de ayer en una entrevista de Reuters-NEXT por la decisión de la República Islámica de Irán de volver a enriquecer Uranio al 20% como resultado de la promulgación de una Ley aprobada por el Parlamento iraní el pasado 1 de Diciembre en respuesta al asesinato del científico nuclear Mohsen Fakhrizadeh.
En el cuerpo del “Plan de Acción Estratégico para levantar sanciones y proteger los intereses de la nación iraní” se estipula la reanudación del enriquecimiento de material fisible y la posibilidad de aumentar las reservas del mismo. El punto más importante de dicho acuerdo es que se estableció una fecha límite en el cual Irán se retira unilateralmente del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA por sus siglas en inglés) y negaría el acceso de los inspectores de la ONU a las instalaciones nucleares del Estado persa.
La Ley estipula el rechazo completo a las disposiciones del JCPOA, en concordancia de la estrategia nacional para obtener la liberación de las sanciones económicas por parte de la Unión Europea. Es menester mencionar que Irán, a partir de la salida unilateral de los Estados Unidos del Acuerdo en 2018, comenzó una serie de disposiciones que atentaban contra las cláusulas del mismo y reanudó su programa nuclear de forma parcial en cuestiones claves de la producción de material fisible.
La reanudación de las actividades en la Planta de Enriquecimiento Fordow implica el funcionamiento de un número importante de centrifugadoras en seis cascadas (mecanismo por el cual se emplea el enriquecimiento de Uranio en estado natural hasta conseguir la pureza deseada).
Ante la decisión de profundizar el enriquecimiento de Uranio y albergar cantidades del mismo, el Director del OIEA declaró: “si tuviéramos que proyectar los volúmenes estimados de producción en contraposición con la capacidad de las máquinas del establecimiento, estamos hablando de 10 kilogramos o más por mes”. Tomando esta cifra, se puede proyectar que en 2 años Irán habrá albergado y producido 240 kilogramos de Uranio al 20%, cifra altamente preocupante ya que se establece que para la producción de la cantidad necesaria de material fisible para usos bélicos (Uranio al 90%) se necesita 250 kilogramos al 20%.
Para Grossi, sería una mala noticia que el 21 de Febrero, fecha límite que estipula la adopción total de la Ley Nacional de Irán, la capacidad de controlar e inspeccionar de la OIEA se vea reducida. En palabras del diplomático radicado en Viena “Debo tomarlo en serio porque es una ley y el gobierno parece estar decidido a cumplirla, esta es una situación nueva en la medida en que nunca nos hemos enfrentado a una ley tan completa y el gobierno nos informa poco a poco”.
En el rol apolítico del Organismo, Grossi destacó que “No me corresponde a mí decir qué hacer, pero está claro que no tenemos muchos meses por delante, sino semanas”. A su vez, enfatizó que alcanzar un entendimiento es “invaluable para cualquiera que tenga interés en la paz y en la seguridad internacional”. La OIEA se presenta como un Organismo técnico que establece los mecanismos para la implementación de las salvaguardas de los acuerdos celebrados entre sus miembros, no está en su potestad interferir en las decisiones políticas de los Estados ni mucho menos aconsejar qué estrategias se deben tomar. En ese sentido, Grossi aclaró que para mantener la previsibilidad hay que “tener en claro la situación técnica y las formas de inspeccionar para garantizar el trabajo de la OIEA en todos los Estados”.
En respuesta a la decisión del Parlamento iraní y la promulgación de la misma, los miembros europeos del JCPOA se mostraron preocupados por el incremento de tensiones entre la nación persa y los signatarios del acuerdo. En Estados Unidos, estrenándose en la dirección y administración de la Casa Blanca, Joe Biden cuenta con escasos días para establecer comunicaciones con Teherán y así recuperar vestigios del Acuerdo Nuclear que parece estar dilapidado.
En resumen, la comunidad internacional parece estar en una carrera contra el tiempo para salvar el régimen que protege, salvaguarda y limita el programa nuclear iraní. Cuando el contexto se torna volátil, ya sea por procesos entrópicos o por la propia decisión (o indecisión) de los actores, la prudencia se vuelve un capital inconmensurable para establecer mecanismos para mantener a flote el Acuerdo Nuclear con Irán, lo que hoy parece cada vez más lejano en las aspiraciones de mantener un mundo seguro sin la proliferación nuclear de la República Islámica de Irán.
Para leer las conclusiones de la entrevista con Reuters de Rafael Grossi: Murphy, F. (2021, 11 enero). IAEA chief says matter of weeks left to revive Iran nuclear diplomacy. Reuters. https://www.reuters.com/article/us-iran-nuclear-iaea/iaea-chief-says-matter-of-weeks-left-to-revive-iran-nuclear-diplomacy-idUSKBN29G1B5
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