“Estamos ante una crisis sin precedentes para la economía mundial, debido al fuerte impacto económico y social de la pandemia, que esperamos pueda ir resolviéndose en la medida en que se avance en la vacunación en todos los países de un modo equitativo y accesible”, sostuvo el canciller Felipe Solá al participar hoy en la Reunión Mini Ministerial de la Organización Mundial del Comercio donde se abordaron las condiciones necesarias para superar la crisis originada por el COVID-19, como así también cuestiones prioritarias en torno a las negociaciones sobre subvenciones a la pesca.
En línea con lo expuesto por el Presidente Alberto Fernández ante el Foro de Davos, Solá señaló ante los miembros del organismo que “para lograr una recuperación económica sostenible e inclusiva, debemos reafirmar nuestro compromiso con la promoción del comercio como un importante motor de desarrollo, con un sistema multilateral basado en reglas y con la OMC en su centro”, e insistió en que “este es el momento de profundizar el diálogo y la cooperación internacional”.
El ministro dijo que “es urgente culminar el proceso de nombramiento de la Directora General de la OMC, siguiendo los procedimientos y modalidades acordadas, a fin de permitir acelerar las decisiones necesarias para llegar a una Conferencia Ministerial, que esperamos que sea exitosa”.
Al tiempo que consideró “prioritario enfocarse en temas de larga data y pendientes, en particular la continua reforma de las reglas comerciales agrícolas y la prohibición de los subsidios a la pesca”, ya que “abordar los desequilibrios actuales en estos sectores es clave para lograr el desarrollo, el crecimiento inclusivo, así como la erradicación del hambre y la pobreza”, en especial “teniendo en cuenta que la pandemia ha afectado más a los países en desarrollo y ha contribuido a aumentar la enorme brecha de desarrollo”.
Acompañado por el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Jorge Neme, el canciller argentino planteó que “debemos avanzar en las discusiones agrícolas y trabajar juntos para generar reglas en los mercados agrícolas mundiales que permitan una agricultura sostenible que garantice la seguridad alimentaria global. Para ello debemos concentrarnos en los temas que más impacto tienen, tales como las ayudas domésticas”. Además consideró que “es importante trabajar para volver a poner en pie un Órgano de Apelación”.
En relación a los subsidios a la pesca, lamentó “que no se haya logrado cumplir el plazo de finales de 2020 para alcanzar este acuerdo”, y urgió “a los miembros a mostrar flexibilidad y pragmatismo para concluir con éxito y a la mayor brevedad estas negociaciones. Sabemos que el alto nivel de las subvenciones al sector pesquero ha distorsionado el costo de la pesca y ha aumentado artificialmente sus beneficios, contribuyendo a la pesca ilegal y a la sobrecapacidad y la sobrepesca”.
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