Justo cuando planea comenzar a tomar represalias contra Rusia por el presunto pirateo de agencias gubernamentales y corporaciones estadounidenses a fines del año pasado, la administración Biden enfrenta un nuevo ataque cibernético que plantea la pregunta de si tendrá que contraatacar a otro adversario importante: China.

En conjunto, las respuestas comenzarán a definir cómo el presidente Biden modela a su nueva administración en la escalada del ciberconflicto y si puede encontrar una manera de imponer una sanción más severa a los rivales que explotan regularmente las vulnerabilidades en las defensas gubernamentales y corporativas para espiar, robar información y potencialmente dañar componentes críticos de la infraestructura de la nación.

El primer movimiento importante se espera durante las próximas tres semanas, sostuvieron distintos funcionarios, con una serie de acciones clandestinas en las redes rusas que pretenden ser evidentes para el presidente Vladimir V. Putin y sus servicios de inteligencia y militares, pero no para el resto del mundo.

Los funcionarios dijeron que las acciones se combinarían con sanciones económicas, aunque quedan pocas sanciones realmente efectivas por imponer.

El problema ha cobrado mayor urgencia en la Casa Blanca, el Pentágono y las agencias de inteligencia en los últimos días después de la exposición pública de una importante brecha en los sistemas de correo electrónico de Microsoft utilizados por pequeñas empresas, gobiernos locales y, según algunas cuentas, contratistas militares clave.

Los estadounidenses culparon a Moscú, pero un portavoz del Kremlin y otros funcionarios rusos rechazaron las acusaciones y pidieron a Washington que dejara de hacer acusaciones infundadas contra Moscú.

Te puede interesar: Continúa la escalada de tensión entre Estados Unidos e Irán en suelo iraquí

Redacción
Equipo de redacción de Escenario Mundial. Contacto: info@escenariointernacional.com

Dejá tu comentario