A raíz de la crisis sanitaria, el colapso de hospitales y el manejo de la pandemia por el Coronavirus en los últimos días en Asunción se vieron miles de manifestantes que reclamaron y exigieron la renuncia del presidente Maria Abdo Benítez.
Cientos de ciudadanos de Paraguay volvieron a concentrarse frente a la residencia presidencial para protestar por tercera jornada consecutiva contra la corrupción y el manejo oficial de la pandemia de coronavirus, mientras la oposición reclamó la destitución del presidente Mario Abdo Benítez.
Los manifestantes, autoconvocados a través de redes sociales, advirtieron que las protestas continuarán hasta que Abdo Benítez y el vicepresidente Hugo Velázquez renuncien a sus cargos.
El principal reclamo se relaciona con la falta de medicamentos para enfermos de coronavirus, el colapso de la capacidad de internación de los hospitales y el retraso en la llegada de vacunas, pero también con la supuesta corrupción con que el gobierno manejó la compra de insumos para afrontar la pandemia.
Las fuerzas de seguridad lanzaron balas de goma y gases lacrimógenos a manifestantes en el centro de Asunción, mientras un grupo de personas derribó barreras policiales, provocó incendios y lanzó piedras a los agentes, informó la prensa local.
En respuesta a las manifestaciones y al pedido de renuncia del presidente, Benítez anunció el sábado cambios en su gabinete el sábado, poco después de pedir a sus ministros que pusieran sus cargos a disposición. Anunció que serán reemplazados el ministro de Educación, Eduardo Petta; la ministra de la Mujer, Nilda Romero; y el jefe de Gabinete de la Presidencia, Juan Ernesto Villamayor, con rango de ministro. El titular del Ministerio de Salud, Julio Mazzoleni, había anunciado su renuncia el viernes en la mañana tras una reunión con Abdo Benítez.
Paraguay fue uno de los países de la región con mayor éxito en la contención del coronavirus en el primer semestre de 2020 pese a que Latinoamérica se convirtió en uno de los epicentros mundiales de la pandemia. No obstante, los contagios se han intensificado en las últimas semanas, lo que ha llevado a los hospitales al borde del colapso. A ello se suma la tardanza en la llegada de vacunas al país: de momento solo se han recibido 4.000 dosis de la rusa Sputnik V.
Te puede interesar: Expectativas por el aniversario del Acuerdo de Asunción