La Unión Europea, en coordinación con Estados Unidos, Reino Unido y Canadá, ha impuesto sanciones a altos funcionarios chinos por graves violaciones y abusos de los Derechos Humanos en China contra las minorías de la región de Xinjiang, donde residen los uigures, una minoría de confesión musulmana.
El Consejo de Ministros de Exteriores, reunido en Bruselas bajo la batuta de Josep Borrell, Alto Representante de Política Exterior de la UE, ha tomado la decisión de añadir a su lista negra a cuatro dirigentes y un organismo chinos por las violaciones de derechos humanos contra la minoría uigur.
Entre los sancionados se encuentra el director de la Oficina de Seguridad Pública de Xianjiang y vicepresidente del Gobierno Popular en la Región Autónoma Uigur, Mingguo Chen, también han sancionado al secretario del comité de Asuntos Políticos y Jurídicos de Xinjiang, Zhu Hailun, así como su sucesor, Wang Mingshan. Por último, las sanciones se han impuesto además contra el secretario del Partido del Cuerpo de Producción y Construcción de Xinjiang (XPCC).
Las medidas suponen la verdadera puesta en funcionamiento del nuevo instrumento de castigo individual de la UE en el área de derechos humanos, que permite imponer sanciones incluso a ciudadanos de países con los que el bloque comunitario mantiene relaciones fluidas. El mecanismo, adoptado en diciembre de 2020, se inspira en la llamada ley Magnitski de Estados Unidos, aprobada en 2012 por la Administración de Barack Obama, y pretende penalizar de forma quirúrgica y teledirigida a determinados individuos o instituciones, mediante la prohibición de entrada a territorio comunitario o la congelación de sus activos en suelo europeo.
Después del anuncio de las sanciones de la Unión Europea, otros países como Estados Unidos, Canadá y Reino Unido han adoptado sus propias medidas restrictivas contra Pekín, algo que Borrell ha considerado una coordinación “perfecta”.
El Gobierno de Estados Unidos ha aprobado este lunes medidas restrictivas contra dos altos cargos chinos y el secretario de Estado del país, Antony Blinken, ha denunciado que “China sigue perpetrando un genocidio y crímenes contra la Humanidad en Xinjiang”
El Gobierno chino ha respondido a las medidas restrictivas del bloque, las primeras contra el gigante asiático desde la masacre en Tiananmen el 4 de julio de 1989, sancionando a diez personas, entre ellos cinco miembros del Parlamento Europeo, una decisión que el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha considerado “inaceptables”. “En lugar de cambiar sus políticas y abordar nuestras legítimas preocupaciones, China ha vuelto a hacer la vista gorda. No cambiará la determinación de la UE de defender los derechos humanos y de responder a las violaciones y abusos graves, independientemente de dónde se cometan”.
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