Bajo fuerte presión de sus aliados políticos, Jair Bolsonaro reemplazó a seis miembros de su gabinete, en la reforma ministerial más amplia desde que asumió el poder en 2019.

Por las críticas del Congreso y luego de que horas antes el canciller, Ernesto Araújo, y el ministro de Defensa, Fernando Azevedo, renunciaron, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, realizó su primera reforma ministerial este lunes, tras dos años de Gobierno. Los cambios afectan a seis altos cargos: los ministerios de Defensa, Relaciones Exteriores y Justicia, así como la Secretaría de Gobierno, la jefatura de Gabinete de Presidencia, conocida como la Casa Civil, y la Procuraduría de la República.

En un comunicado, la Presidencia confirmó que el embajador Carlos Alberto Franco reemplazará a Ernesto Araujo en el Ministerio de Relaciones Exteriores, Walter Souza Braga liderará el Ministerio de Defensa en sustitución de Fernando Azevedo. Y en el Ministerio de Justicia, el jefe de la Policía Federal, Anderson Torres, reemplazará a André Mendonça.

La primera dimisión que inició un lunes caótico en el Estado fue la del canciller de Brasil, Ernesto Araújo, tras semanas de insistencia de la propia base política del mandatario que rechazó las críticas del funcionario contra dos de los mayores productores de vacunas contra el Covid-19: China y Estados Unidos, al punto de acusarlo de obstaculizar la adquisición de antídotos en momentos en que crece la emergencia sanitaria.

Con respecto a China, el ministro de Exteriores se enfrentó con el embajador de ese país en Brasilia tras cuestionar la efectividad de los fármacos contra la pandemia elaborados por Beijing.

Con relación a Estados Unidos, el representante de la diplomacia brasileña mostró públicamente su respaldo a los intentos de reelección de Donald Trump y hasta sugirió supuestas irregularidades, respaldando la teoría del republicano de que las elecciones le habían sido robadas, pese a que las acusaciones fueron descartadas por las autoridades electorales y distintos tribunales en EE. UU.

Analistas políticos resaltan que el reemplazo masivo en el gabinete de Bolsonaro corresponde a las presiones por parte del denominado Centrão, o “gran centro”, un conjunto de partidos políticos que aparentemente no tienen una ideología definida.

Sin embargo, por décadas y con prácticas clientelistas han ejercido una influencia determinante en los gobiernos de Brasil, independientemente del presidente de turno. Una de sus acciones más memorables fue su impulso para que se produjera el ‘impeachment’ contra la ex mandataria, Dilma Rousseff.

El Centrão está fuertemente insatisfecho con la gestión de la Administración de Bolsonaro frente a la emergencia sanitaria, que inició con un negacionismo que hoy tiene a Brasil como el segundo país más afectado del mundo.

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Redacción
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