Tal como lo comunicamos hace algunas horas, el Russian Direct Investment Fund emitió un breve comunicado de prensa en el cual anunció la producción del primer lote de Sputnik V en el país a través del convenio realizado con la empresa farmacéutica Laboratorios Richmond Sacif . “Argentina fue el primer país de América Latina en aprobar el Sputnik V y comenzar a usarlo para vacunar a la población. Hoy nos complace anunciar que Argentina se ha convertido en el primer país de la región en lanzar la producción de Sputnik V gracias a la alianza entre RDIF y Laboratorios Richmond. Sputnik V está aprobado en más de 10 países de América Latina y Centroamérica y la producción en Argentina ayudará a facilitar las entregas a otros socios de la región ” expresó Kirill Dmitriev, director general del Fondo Ruso de Inversión Directa. Por su parte Marcelo Figueiras expresó: “Laboratorios Richmond se enorgullece de contar con el apoyo del Fondo Ruso de Inversión Directa que se basó en nuestra plataforma científica y técnica para producir la vacuna Sputnik V en Argentina. Celebramos este reconocimiento que premiaremos con trabajo, compromiso y profesionalismo, para facilitar la disponibilidad de la vacuna en el menor tiempo posible para Argentina y toda la región latinoamericana ”.
Se trata de un lote de 21 mil dosis, el cual tiene como destino el Centro Gamaleya para los controles de calidad correspondientes. En este sentido, la asesora presidencial Cecilia Nicolini se encuentra en Moscú monitoreando la llegada de las Sputnik V fabricadas en la Argentina, según comunicó ella misma por medio de la red social Twitter.
Siguiendo en la red social, la cuenta oficial de Sputnik V acompañó la difusión del comunicado junto a un video en el cual podemos observar como fue la producción.
Si bien es cierto que se trata de una excelente noticia dada la situación epidemiológica actual, solo nos resta ser pacientes dado que los controles de calidad suelen demorar meses y aun así, suponiendo que el proceso se agilice, la producción y distribución masiva de las vacunas conllevan un considerable lapso de tiempo.
Un sueño bien encaminado
Con el objetivo de producir una vacuna contra el Coronavirus en el país, la empresa farmacéutica Richmond suscribió en el mes de Febrero a un memorándum de entendimiento con Management Company of Russian Direct Investment Fund (RDIF), quien representa al Instituto Gamaleya.
“A partir de la firma de este memorándum de entendimiento, comenzaremos a trabajar de forma inmediata e invertiremos una suma superior a los 60 millones de dólares, para alcanzar el objetivo de que en el plazo de un año se estén produciendo las vacunas en la Argentina”, afirmó en su momento Marcelo Figueiras, presidente del laboratorio.
Esta cooperación con el Russian Direct Investment Fund, contaría ademas con la participación de Hetero Labs. Un laboratorio Indio, quien es socio de Richmond hace más de 25 años, que colaboraría con desarrollos técnicos de manera tal de adelantar lo más posible la producción.
Una vez concretado el acuerdo, el gran desafío era reunir el capital. En este sentido, el Ministerio de Desarrollo Productivo le otorgó un crédito para capital de trabajo por $29.978.089 financiado con el Fondo Nacional de Desarrollo Productivo (FONDEP) y otros $13.000.000 en términos de asistencia financiera por medio del Programa Soluciona. El ministerio además contacto al laboratorio con proveedores locales que producen los insumos clave, para llenado y envasado de la vacuna, y con apoyo del gobierno nacional logró agilizar los trámites para la importación de equipos y del principio activo de la vacuna Sputnik V.
Fue gracias a este apoyo del gobierno Nacional que el laboratorio logró llevar a cabo la producción de las pruebas piloto. Sin embargo, tal como lo manifestó Marcelo Figueiras en la firma del Memorándum, este capital es insuficiente para desarrollar una producción masiva.
En vistas de esta situación, la semana pasada la empresa anunció la creación del fideicomiso “Proyecto vida” que busca recaudar US$70 millones, para así poder construir una planta en Pilar donde se produciría la vacuna Sputnik V.
“Se hizo un gran trabajo y en tiempo récord para lanzar el fideicomiso Proyecto Vida. Estamos convocando al mercado de capitales para construir esta planta que permitirá producir las vacunas para paliar esta pandemia y sus mutaciones. Es el camino más eficiente, eficaz y sustentable, ya que nos fortalece en autonomía y capacidad de reacción frente al virus”, fueron las palabras de Marcelo Figueiras durante la presentación vía Zoom. Donde añadió que el proyecto con el Instituto Gamaleya incluye la fabricación de productos de biotecnología, como anticuerpos monoclonales, y también puede ser la base de producción para otras compañías. En este sentido, el presidente de Richmond sentenció: “Estamos convencidos de que un mayor desarrollo del país permitirá no depender solamente de los países centrales frente a situaciones como la actual. Tiene que haber una industria fuerte con muchos jugadores para asistir también a otros mercados y, a este efecto, el mercado de capitales local debe jugar un rol fundamental”.
¿Qué es el Centro Gamaleya?
El Centro Nacional de Epidemiología y Microbiología de Gamaleya, nombrado así en honor a Nikolai Gamaleya (pionero en los estudios de microbiología rusos), posee una de las bibliotecas de virus más grandes del mundo y es una institución líder en el desarrollo de vacunas utilizando adenovirus desde la década de 1980.
Entre sus tantos hitos, se encuentran el desarrollo de vacunas contra el virus ébola, la influenza y el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS).
Alexander Gintsburg, Especialista en el campo de la biología molecular de microorganismos patógenos y miembro de la Academia de Ciencias de Rusia, dirige el centro desde 1997.
Dos vacunas en menos de un año
El pasado mes de enero, el primer embarque del principio activo para desarrollar 6 millones de dosis de la vacuna vacuna de Oxford/AstraZeneca despegó desde Ezeiza. Marcando así el inicio de la producción de vacunas contra el Coronavirus en el país a través del consorcio internacional conformado por el laboratorio mAbxience, del grupo Insud, y el laboratorio Liomont se encargará de completar el proceso de estabilización, fabricación y envasado del medicamento.
“Hoy la vacuna contra el COVID-19 es una realidad para Argentina y para la región que integra. Desde el segundo trimestre de 2020, hemos trabajado incansablemente para entender cuál era la mejor alternativa de suministro y poder traer la vacuna de inmediato a nuestro país. Hoy estamos avanzando hacia los pasos finales del proceso de fabricación y suministro, y permitiendo que nuestro país y América Latina tengan una vacuna efectiva, segura, fácil de almacenar (2-8 grados) y tremendamente accesible sin fines de lucro mientras dure la pandemia. El plan de producción está en curso y la vacuna estará disponible durante el primer semestre del año” había dicho Agustin Lamas.
Este hito para el país y la región, iniciado a mediados de 2020, marcó no solo un gran logro para el desarrollo de la Biotecnología en la Argentina sino además la posibilidad de estar más cerca del suministro de 22,4 millones de dosis de vacunas para el país y de 150 millones de dosis para la región.
“Para nosotros es un privilegio producir esta vacuna. Porque la vacuna de AstraZeneca va a ser un hito en la historia de la medicina mundial” dijo Hugo Sigman, Cofundador y CEO del Grupo Insud.
Podemos afirmar que la producción de estas dos vacunas marcan un gran avance en el proceso de vacunación. No solo para el país, sino para la región. Sin embargo, cabe recalcar que el hecho de que todo el proceso de producción de la vacuna Sputnik se lleve a cabo en la Argentina, es una garantía de que el día de mañana cada argentino va a recibir su correspondiente dosis y que esta crisis generada por el Covid-19, va a terminar en un futuro no tan lejano.