La policía rusa detuvo a más de 1.700 personas en todo el país durante las protestas que exigían la liberación del líder opositor encarcelado Aleksei Navalny, en medio de informes de que su salud está empeorando al entrar en la tercera semana de una huelga de hambre.
El día en que el presidente Vladimir Putin pronunció su discurso anual sobre el estado de la nación, miles de ciudadanos desde Vladivostok en el Lejano Oriente hasta Kaliningrado en el Mar Báltico se unieron a las protestas del 21 de abril convocadas por los líderes de la Fundación Anticorrupción de Navalny (FBK ), que temen que el crítico del Kremlin resulte dañado “irreparablemente” si no recibe el tratamiento médico adecuado.
OVD-Info, que monitorea la detención de manifestantes políticos y activistas, informó que más de 1.700 personas habían sido detenidas en todo el país a altas horas de la noche, con casi la mitad de las detenciones en San Petersburgo.
“Es obvio por qué vinimos hoy. Queremos libertad para Navalny”, dijo a RFE / RL Yevgeny Fartuk, un ingeniero de 35 años que se unió a la protesta de Moscú.
“Creemos que la vida del señor Navalny corre grave peligro”, dijo en un comunicado el 21 de abril un grupo de cuatro expertos independientes de la ONU en temas de libertad de expresión, tortura, ejecuciones extrajudiciales y el derecho a la salud física y mental. “Estamos profundamente preocupados de que el Sr. Navalny esté siendo mantenido en condiciones que podrían equivaler a tortura o tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes”, dijeron los expertos, quienes son nombrados por la ONU pero no hablan en nombre del organismo mundial.
Por otro lado, las autoridades rusas deportarán a más de 100 ciudadanos extranjeros por asistir a manifestaciones recientes en apoyo del crítico del Kremlin encarcelado y en huelga de hambre Alexei Navalny, dijo el jueves un alto funcionario de migración de Moscú.
“Los 122 ciudadanos extranjeros que participaron en las protestas no autorizadas en Moscú no podrán entrar durante 40 años”, dijo Dmitry Sergiyenko, director de migración de la sucursal de Moscú del Ministerio del Interior de Rusia, citado por Interfax.
En paralelo, Putin advirtió a los enemigos nacionales y extranjeros que “los organizadores de cualquier provocación” “lamentarán sus acciones más de lo que han lamentado nada en mucho tiempo”.
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