El regulador de salud federal brasileño rechazó la importación de la vacuna Sputnik V COVID-19 de Rusia después de que el personal técnico señaló “riesgos inherentes” y dijo que faltaba información que garantizara su seguridad, calidad y efectividad.
El regulador, conocido como Anvisa, votó por unanimidad el 26 de abril para no aprobar la vacuna rusa, que ha sido solicitada por los gobernadores estatales que luchan contra una segunda ola mortal del coronavirus.
“Nunca permitiremos que millones de brasileños estén expuestos a productos sin la debida verificación de calidad, seguridad y eficacia”, dijo el presidente de Anvisa, Antonio Barra Torres.
Ana Carolina Moreira Marino Araujo, gerente general de monitoreo de salud, dijo que teniendo en cuenta toda la documentación presentada, los datos adquiridos en las inspecciones presenciales y la información de otros reguladores, los “riesgos inherentes” eran demasiado grandes.
Cuando se le pidió que comentaran sobre la decisión brasileña, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo el 27 de abril que Rusia estaba lista para enviar todos los datos necesarios a Brasil. “Los contactos continuarán, si faltan ciertos datos, se proporcionarán, no debería haber ninguna duda aquí”, dijo Peskov a los periodistas.
Para Rusia la decisión de Brasil viene relacionada a motivos políticos. “Los retrasos de Anvisa en la aprobación del Sputnik V son, lamentablemente, de naturaleza política y no tienen nada que ver con el acceso a la información o la ciencia”, dijo la cuenta oficial de Twitter del Sputnik V.
Señaló un informe reciente del gobierno de Estados Unidos que decía que Washington había tratado de persuadir a Brasil de que no usara el Sputnik.
“El Departamento de Salud de Estados Unidos, en su informe anual de 2020 hace varios meses, declaró públicamente que el agregado de salud de Estados Unidos ‘persuadió a Brasil para que rechazara la vacuna rusa contra COVID-19’”, agregó la cuenta.
Hasta ahora, la vacuna rusa ha sido aprobada en al menos 60 países, incluidos más de 10 en América Latina y Centroamérica.
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El viejo y lamentable cipayismo y genuflexion sudamericano.
Cuando la RAE aprobó el neologismo “covidiota”, pensó en Bolsonaro. La rusa es una vacuna probada, segura, tal vez sea la más eficaz en la actualidad, pero para el bueno de Jair la salud y la vida de los brasileros es algo de poca importancia. Cuando Pfizer le pida la mitad de la Amazonia para venderle vacunas, lo firma sin pensar.
Qué las manden para acá
Aquí serán bienvenidas y muy necesarias. Solo espero que no se las vuelvan a robar…