Tras haber logrado posicionarse como el país que mejor ha respondido ante la pandemia, las tensiones en Israel siguen en escalada.
A las recientes amenazas nucleares por parte de Irán y al misil tierra-aire lanzado desde Siria hace unos días, se le suman más de 40 cohetes que han sido arrojados provenientes de Gaza hacia el Estado de Israel, durante el fin de semana pasado.
Teniendo en cuenta la magnitud de los dichos ataques, el número de heridos ha sido menor: solo dos personas fueron atendidas en el hospital de la ciudad de Ashkelon, al sur del país. Esto debido a que, la mayoría de los cohetes han sido lanzados a campo abierto y, además el sistema de defensa antimisiles israelí denominado “Cúpula de Hierro, ha logrado interceptar al menos 10 de ellos.
En respuesta a dichos ataques, las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel) destruyeron posiciones militares de Hamas en la Franja de Gaza, como así también, túneles y los respectivos lanzacohetes.
Disturbios en Jerusalén
Mientras tanto, los episodios violentos en la capital de Israel no han dejado de contribuir al clima hostil. Como desde hace muchos años, tras iniciarse el mes de Ramadán, la violencia y los ataques por parte de la población árabe suelen incrementarse. Este año, el grupo terrorista Hamas convocó a cientos de manifestantes palestinos a movilizarse al área cercana a la Puerta de Damasco, entrada a la Ciudad Vieja de Jerusalén. Al mismo tiempo que incitó a las facciones armadas en Gaza a “mantener el dedo en el gatillo”.
Los disturbios en la Puerta de Damasco dejaron un saldo de más de 100 palestinos arrestados en las primeras dos semanas de Ramadán. A los enfrentamientos con la policía, se les sumaron ataques a ciudadanos judíos en manos de grupos de jóvenes árabes. Como así también, algunos ataques atribuidos a judíos de extrema derecha, quienes también fueron detenidos.
Por su parte, dichos acontecimientos han captado la atención de la organización denominada Human Rights Watch, la cual presentó un reporte de 213 páginas acusando al Estado de Israel de estar llevando a cabo una “opresión sistemática” sumado a “actos inhumanos” en los territorios de Judea y Samaria; y Gaza, respectivamente. En dicho informe, utilizaron términos como “persecución” y “apartheid”.
Ante tal acusación, Israel rechazó firmemente el uso de aquellas palabras sosteniendo que la minoría árabe que reside en el país goza de plenos derechos civiles. En tanto que, las restricciones impuestas en Gaza y en Cisjordania son medidas temporales que el gobierno debe tomar para proteger a los ciudadanos de los constantes ataques terroristas provenientes de las regiones mencionadas.
¿Se aproxima una represalia?
Dado el contexto mencionado, el Teniente General de las FDI, Aviv Kohavi, decidió postergar su viaje a Washington que tenía programado con anterioridad, en donde se reuniría con sus pares de Estados Unidos. Mientras que el Gabinete de Seguridad de Israel autorizó tanto al Primer Ministro, Netanyahu, como al Ministro de Defensa, Benny Gantz, a llevar a cabo ataques a Gaza, si el lanzamiento de cohetes hacia Israel continúa. Benjamín Netanyahu afirmó que se encuentran preparados para cualquier tipo de escenario. En tanto que Gantz aseguró que, de no normalizarse la situación en la Franja de Gaza, la misma se verá “severamente golpeada, tanto en su economía como en seguridad”.
Las autoridades israelíes confían en que, de lograr detener los ataques en la capital, podría ser posible frenar la creciente ola de violencia en el sur del país.
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