Dando continuación al Ciclo “Consensos en la Política Exterior” de Escenario Mundial y Politólogos al Whisky, tuvimos el agrado de entrevistar a Mariano Caucino. Él es abogado (Universidad de Buenos Aires), docente de historia, especialista en política internacional, miembro del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) y se desempeñó como embajador en Israel y Costa Rica.
El entrevistado considera que, en términos de una política de Estado en materia de política exterior, nuestro país tiene un déficit en la concreción de acuerdos mínimos en la clase dirigente. A nivel regional, opina que debió de desarrollarse una coordinación con nuestros vecinos para la gestión de la pandemia, que no fue posible debido al deterioro de las relaciones con los países de la región. Mientras tanto, a nivel internacional, el entrevistado cree que es fundamental incrementar nuestros flujos de comercio, en especial con Asia, aunque en el ámbito político sea necesario mantener una coordinación con los países con los que existe una afinidad cultural natural.
A continuación, la entrevista:
Escenario Mundial – En su consideración, ¿cómo mira actualmente la Argentina al mundo? ¿Cuáles son los principales ejes que están moldeando la Política Exterior del Estado?
Mariano Caucino – Creo que hay que precisar una cosa. Entiendo que usted me está preguntando por la política exterior del gobierno. Porque en términos de una política de Estado en materia de política exterior le diría que la Argentina tiene un déficit importante en relación a la posibilidad de alcanzar acuerdos mínimos en la clase dirigente en ese sentido. Es más, podría decirse que la Argentina es probablemente el país de la región -tal vez con la excepción del caso extremo de Venezuela- que mayor grado de pendularidad y oscilación ha manifestado en relación con su política exterior en las últimas cuatro o cinco décadas. Fíjese que incluso en relación con el Mercosur, que era probablemente una de las pocas políticas de Estado que habían logrado un cierto consenso a lo largo de todos los gobiernos, esta administración ha optado por un camino que en los hechos implica una suerte de abandono de las relaciones con los vecinos.
EM – ¿Cómo afecta al posicionamiento argentino con y para el mundo la pandemia y la crisis generalizada por el Coronavirus? ¿Qué escenarios a futuro se deberían preponderar?
MC – Bueno, la pandemia ha sido un elemento totalmente disruptivo, frente al cual ningún gobierno tenía ningún plan. Y frente a tal tragedia universal no existían antecedentes ni previsiones. Lo cual era en cierta forma esperable, lamentablemente. Piense usted que se gastan cientos de millones de dólares en el mundo en Inteligencia y nadie previó algo como esto. O al menos nadie que haya podido hacer que los diferentes gobiernos lo tuvieran previsto. En el caso argentino, esta realidad tomó al país en momentos complejos dado que la economía hace casi una década que no crece y con indicadores sociales muy graves. En medio de esta crisis enorme el gobierno debería haber intentado coordinar con nuestros vecinos una política medianamente acordada para enfrentar estos desafíos. Pero lamentablemente optó por el camino contrario. Tenga en cuenta que el presidente argentino nunca quiso reunirse con el presidente del Brasil. Algo inentendible.
la pandemia ha sido un elemento totalmente disruptivo, frente al cual ningún gobierno tenía ningún plan. Y frente a tal tragedia universal no existían antecedentes ni previsiones. Lo cual era en cierta forma esperable, lamentablemente.
Mariano Caucino
EM – En este contexto de bipolaridad emergente entre Estados Unidos y China, ¿qué actitud debería tomar la diplomacia argentina frente a este aparente cambio en el Sistema Internacional?
MC – Creo que la Argentina tiene que mantener las mejores relaciones con los distintos actores del sistema internacional. En lo comercial, es fundamental incrementar nuestros flujos de comercio. Pero en materia política debemos entender que es necesario mantener una coordinación con los países con los que tenemos una afinidad cultural natural. Ello implica reconocer nuestra pertenencia a la cultura occidental, y en especial, a la latinoamericana. Pero esa orientación la debe dar el gobierno. La diplomacia es una herramienta de la política exterior. La Cancillería tiene funcionarios muy calificados pero no se debe confundir la diplomacia con la política exterior. Son cosas distintas. La política exterior es una función indelegable del gobierno.
en materia política debemos entender que es necesario mantener una coordinación con los países con los que tenemos una afinidad cultural natural.
Mariano Caucino
EM – Y con respecto a los países de la región sudamericana, ¿qué evaluación se podría hacer de la relación entre Argentina y la región, y qué ejes prioritarios, a su criterio, debería sostener nuestro país con estos países?
MC – Lamentablemente le diría que el gobierno deterioró las relaciones con los países de la región con respecto a los vínculos que existían hasta diciembre de 2019. En el caso de Brasil, es muy evidente que el Presidente argentino ha desaprovechado cada oportunidad que se presentó para reunirse con el Presidente del Brasil.
EM – Saliendo de los ejes tradicionales de Política Exterior Argentina (Brasil, EE.UU., China o la UE), ¿en qué otros espacios geográficos existen oportunidades para nuestro país?
MC – Mire, la región del mundo que tiene un mayor dinamismo es Asia y por lo tanto se deberían reorientar prioridades mirando esa realidad. Usted piense que nosotros tenemos una representación diplomática muy extendida en Europa, lo cual no está mal, pero en cierta medida es representativa de un mundo que no existe más. Piense además que muchas de esas embajadas en países europeos tienen una actuación muy restringida porque buena parte de las negociaciones pasan por la UE en Bruselas. Una prioridad estratégica de nuestra Cancillería debería implicar una reorientación de recursos humanos hacia los países del Asia-Pacífico y para ello se debería diseñar un plan que contemple incentivos para que nuestros mejores diplomáticos vean esos destinos como una oportunidad de servir al país y no como un castigo lejano.
Una prioridad estratégica de nuestra Cancillería debería implicar una reorientación de recursos humanos hacia los países del Asia-Pacífico
Mariano Caucino
EM – Yendo al ámbito de la participación internacional en foros y organismos internacionales, ¿qué desafíos y oportunidades se pueden marcar del rol de la Argentina en estos espacios multilaterales?
MC – Pienso que la Argentina tiene que mantener y si es posible incrementar la participación en foros y organismos y deberíamos copiar el buen ejemplo de otros países de nuestra región que han invertido esfuerzos en lograr ocupar espacios en muchos organismos del sistema multilateral.
EM – Considerando que la academia es un asesor natural de la gestión, ¿qué importancia se le imprime a los aportes que realiza y elabora la academia y en qué medida dentro de la gestión se apoya esta intersección?
MC – Los países que uno admira por su nivel de desarrollo combinan inteligentemente sus recursos humanos en un trípode entre el gobierno, la academia y la vida empresaria. Esto es evidente en los EEUU, en muchos países europeos. Yo lo he visto en Israel. La Argentina debería incentivar esos esquemas de cooperación.
Los países que uno admira por su nivel de desarrollo combinan inteligentemente sus recursos humanos en un trípode entre el gobierno, la academia y la vida empresaria.
Mariano Caucino
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