El líder del partido de extrema derecha, Naftali Bennett, dio el domingo su apoyo decisivo a un “gobierno de unidad” en Israel para desbancar al primer ministro Benjamin Netanyahu, en lo que sería el fin de una era política.
La decisión de Bennett, que anunció en un discurso televisado, podría permitir al jefe de la oposición, Yair Lapid, formar una coalición de partidos de derecha, centro e izquierda y propinar a Netanyahu su primera derrota electoral desde 1999.
Lapid, jefe del partido centrista Yesh Atid, que quedó en segundo lugar tras el partido Likud de Netanyahu en las elecciones nacionales no concluyentes celebradas el 23 de marzo, se enfrenta a una fecha límite del presidente de Israel para anunciar un nuevo gobierno.
Según un posible acuerdo de reparto del poder, Bennett sustituiría a Netanyahu, como primer ministro y posteriormente daría paso al centrista Lapid en un acuerdo de rotación.
“Anunció hoy que tengo la intención de trabajar con todas mis fuerzas para establecer un gobierno de unidad con el presidente de Yesh Atid, Yair Lapid”, dijo Bennett en su discurso. “O son unas quintas elecciones o un gobierno de unidad”.
Respondiendo en televisión al anuncio de Bennett, Netanyahu le acusó de perpetrar “el fraude del siglo”, citando las pasadas promesas públicas de Bennett de no unirse a Lapid. Dijo que un gobierno de derechas seguía siendo una posibilidad.
Israel ha celebrado cuatro elecciones desde abril de 2019 que terminaron sin un ganador claro y dejaron a Netanyahu y a sus rivales sin mayoría parlamentaria, con el veterano líder permaneciendo en el cargo como jefe de un gobierno provisional.
Los diversos miembros de la nueva coalición tendrían poco en común, aparte del deseo de poner fin a los 12 años de mandato de Netanyahu.
Se esperaría que se centrará en la recuperación económica de la pandemia del COVID-19, dejando a un lado los temas en los que los miembros no están de acuerdo, como el papel de la religión en la sociedad y las aspiraciones palestinas de tener un Estado.
Netanyahu dijo que una coalición así era un peligro para la seguridad y el futuro de Israel.
“¿Qué hará por la disuasión de Israel? Cómo quedaremos ante los ojos de nuestros enemigos”, dijo. “¿Qué harán en Irán y en Gaza? ¿Qué dirán en los pasillos del gobierno en Washington?”
Tratando de echar por tierra un acuerdo con la oposición, Netanyahu hizo el domingo una contraoferta a tres bandas para apartarse en favor de otro político de derechas, Gideon Saar. Según ese plan, Saar sería primer ministro durante 15 meses, Netanyahu volvería durante dos años y Bennett asumiría entonces el resto del mandato del gobierno.
Sin embargo, Saar, antiguo ministro del gabinete del Likud, rechazó rápidamente la oferta.
Los rivales de Netanyahu han citado su caso de corrupción como la principal razón por la que Israel necesita un nuevo líder, argumentando que podría utilizar un nuevo mandato para legislar la inmunidad para protegerse.
Si Lapid no anuncia un gobierno para el miércoles, al final de un periodo de 28 días para construir una coalición, es probable que se celebren nuevas elecciones.
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