El gobierno de Estados Unidos pasó la última semana evaluando las acusaciones de una fuga en una central nuclear china, después de que una empresa francesa que es copropietaria y ayuda a operarla advirtiera de una “amenaza radiológica inmediata”.
La central china Taishan negó las acusaciones y dijo que sus generadores funcionan con normalidad, lo que hizo recordar a algunos la falta de transparencia en torno a anteriores desastres nucleares.
Una carta de la empresa francesa Framatome al Departamento de Energía de Estados Unidos advertía de que la autoridad de seguridad china ha estado elevando los límites aceptables de radiación detectados en el exterior de la central nuclear de Taishan, en la provincia de Guangdong, para evitar tener que cerrarla, según informó el domingo la CNN. La carta pretendía obtener una exención para compartir la asistencia técnica estadounidense con la planta de Taishan, alegando que los límites de radiación estaban por encima de las normas de seguridad francesas.
Framatome, un diseñador y proveedor de equipos y servicios nucleares que es propiedad de Électricité de France, fue contratado para ayudar a construir y operar la planta.
El gobierno de Biden todavía no cree que la situación esté en “nivel de crisis”, según ha declarado un funcionario estadounidense anónimo a la CNN. Newsweek se ha puesto en contacto con el Departamento de Energía de EE.UU. para obtener comentarios.
“Framatome está apoyando la resolución de un problema de rendimiento con la central nuclear de Taishan en la provincia de Guangdong, China”, dijo un portavoz de Framatome en una declaración enviada por correo electrónico a Newsweek.
“Según los datos disponibles, la central está funcionando dentro de los parámetros de seguridad”.
“Nuestro equipo está trabajando con los expertos pertinentes para evaluar la situación y proponer soluciones para abordar cualquier problema potencial”.
Sin embargo, un memorando del 8 de junio visto por la CNN enviado por el experto en la materia de la compañía al Departamento de Energía de Estados Unidos calificaba la situación como “una amenaza radiológica inminente.”
“La situación es una amenaza radiológica inminente para el emplazamiento y para el público y Framatome solicita urgentemente permiso para transferir datos técnicos y asistencia que puedan ser necesarios para devolver la planta al funcionamiento normal”, decía el memorándum.
El memorándum también afirmaba que el límite chino se había incrementado para superar las normas francesas, pero no está claro cómo se compara con el umbral estadounidense. La empresa francesa declinó hacer comentarios sobre el memorándum cuando Newsweek le preguntó al respecto.
El Consejo de Seguridad Nacional celebró múltiples reuniones la semana pasada sobre el incidente, dijeron funcionarios a CNN. Las fuentes añadieron que la administración Biden y el Departamento de Energía habían discutido la situación con el gobierno francés. Los funcionarios dijeron que Washington también se ha puesto en contacto con Pekín sobre la supuesta fuga.
La central nuclear de Taishan dijo el domingo que las acusaciones de niveles peligrosos de fuga de radiación eran falsas y que sus dos reactores cumplían los requisitos de seguridad y funcionaban con normalidad.
“Recientemente ha habido algunas agencias y organizaciones de medios de comunicación que han prestado atención e indagado en la situación de la central nuclear de Taishan”, dijo la planta en un comunicado en su página web el domingo.
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