Este lunes los principales partidos de la oposición de Japón presentaron una moción de censura contra el Gobierno de Yoshihide Suga.
Esta se produce después de que el gobernante Partido Liberal Democrático (LDP) y su aliado Komeito hayan rechazado una extensión de la sesión del Parlamento de tres meses para abordar la pandemia. Sin embargo, horas después de anunciarse, la moción fue rechazada gracias a la amplia mayoría que goza la coalición gobernante.
El acuerdo es producto de los Líderes del Partido Demócrata Constitucional, el Partido Comunista Japonés, el Partido Demócrata por el Pueblo y el Partido Socialdemócrata. Además, es la primera moción de censura presentada a la Cámara Baja japonesa desde junio de 2019 (contra Shinzo Abe en aquel entonces).
“El gobierno ha perdido la confianza del público en numerosas ocasiones”, dijo el lunes a la prensa el jefe del Partido Democrático Constitucional (CDP), Yukio Edano. Además, acusó al gobierno de “detener el funcionamiento de la mayor institución del Estado durante un periodo prolongado y en medio de la peor crisis desde el final de la Segunda Guerra Mundial”.
En la votación de este martes, la moción de censura terminó siendo rechazada por 322 votos en contra y 134 a favor. No obstante, puso de manifiesto la fragmentación de la oposición nipona. Mientras que, la coalición gobernante controla 306 de los 465 escaños en la Cámara Baja.
De todos modos, su desenlace no disipa los desfavorables niveles de respaldo popular con los que cuenta el Poder Ejecutivo a raíz de su gestión de la pandemia y la decisión de llevar adelante los Juegos de Tokio.
El primer ministro japonés afirmó que la máxima prioridad de su Gobierno es “combatir el coronavirus” y “devolver la seguridad a la ciudadanía lo antes posible“.
Los analistas interpretan en clave electoral la fallida moción de censura y la decisión del Ejecutivo de poner fin ahora a la actual sesión parlamentaria. Lo que deja al Gobierno en su facultad a convocar elecciones, en cualquier caso, antes de finales de octubre.
Sin sesiones parlamentarias durante los próximos tres meses, el Ejecutivo del Primer Ministro se centrará en el control de la pandemia y la organización de los Juegos Olímpicos de verano, sin intermediar la oposición en su posición de interposición. En adición, el otro objetivo es mejorar el índice de aprobación basándose en la campaña de vacunación y el control sanitario en la nación.
Si la administración de dosis diarias se mantiene alrededor del millón, el monitoreo arroja que más del 60% de la población habrá recibido al menos una inyección para fines de septiembre, cuando el Primer Ministro Suga busque disolver la Cámara Baja y llamar a una convocatoria electoral anticipada.
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