Con los incendios forestales que asolan Estados Unidos y Rusia y las inundaciones que devastan partes de Europa Occidental y China, los ministros de Medio Ambiente y Energía del Grupo de los 20 países industrializados se reunieron el jueves para mantener dos días de conversaciones antes de la crucial conferencia sobre el cambio climático que se celebrará en noviembre.
El país anfitrión, Italia, espera que las conversaciones de Nápoles contribuyan a impulsar la adopción de objetivos ambiciosos en la conferencia COP26 de Glasgow (Escocia), que, según los organizadores, representa “la última oportunidad del mundo para controlar el galopante cambio climático”.
Las reuniones de Nápoles del jueves y el viernes se centran en tres temas principales: la biodiversidad y la protección de los océanos; el fomento de las economías circulares, especialmente en los sectores de la moda y el textil; y el reajuste del sistema financiero para promover el desarrollo sostenible.
El enviado de Estados Unidos para el clima, John Kerry, asistió a la cumbre de Nápoles y se reunió antes con el anfitrión, el ministro italiano de Medio Ambiente, Roberto Cingolani.
A principios de esta semana, durante una parada en Londres de su gira europea, Kerry pidió a China que se uniera a Estados Unidos para reducir urgentemente las emisiones de gases de efecto invernadero y describió las alianzas internacionales que reconstruyeron Europa tras la Segunda Guerra Mundial como un modelo para luchar contra el cambio climático.
Las reuniones se celebran mientras los incendios forestales arrasan enormes extensiones de tierra reseca en el oeste de Estados Unidos y Siberia, y mientras Alemania y Bélgica continúan con las labores de limpieza tras las inundaciones que arrasaron varias ciudades pequeñas y mataron a más de 200 personas. Los científicos afirman que, aunque es difícil atribuir tormentas específicas al cambio climático, las condiciones meteorológicas extremas como las que causaron las inundaciones repentinas serán más graves y frecuentes en un mundo que se calienta.
Aunque muchos países se han comprometido a eliminar las emisiones netas de carbono para 2050, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático afirma que las emisiones deben reducirse al menos en un 40% para finales de la década para mantener las temperaturas bajo control.
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