Guido Bellido, Presidente del Consejo de Ministros de Perú y principal asesor de Pedro Castillo, afirmó que el nuevo gobierno buscará crear nuevas empresas públicas en el sector energético. Además, comentó de la participación en industrias clave relacionadas a los recursos, principalmente aquellas de gas natural y proyectos hidroeléctricos.
Entre otras prioridades, aseguró que también se buscará que las industrias entablen relaciones “más cálidas” con las comunidades en las que operan, para también invertir en la protección del medio ambiente.
Es menester destacar que durante su campaña presidencial, Castillo acusó a las empresas privadas de “saquear las riquezas nacionales” y prometió nacionalizar ciertos proyectos energéticos. Focalizó en los proyectos mineros de oro, cobre, plata, uranio y litio.
Bellido puntualizó en esta cuestión, respondiendo en una entrevista de Reuters que el estado participará en industrias clave afirmando que “los sectores estratégicos deben estar en manos del gobierno”.
El asesor afirmó que el gas natural es “un recurso estratégico y necesita la participación del gobierno, además de nuevos proyectos hidroeléctricos de gran envergadura”.
Pero su intención podría tener ciertas implicancias para el mayor productor de combustibles de Perú, Camisea. Liderado por la empresa argentina Pluspetrol, es uno de los proyectos más grandes del país.
Sin embargo, esta promesa acarrea consecuencias y responsabilidades ambientales. En su momento, Castillo prometió dar prioridad a los peruanos que habitan las regiones más remotas del país y decidió enviar a Bellido a mediar un conflicto minero cerca de la región de Cuzco.
Allí habita uno de los depósitos de cobre más grandes de Perú, y opera la mina Las Bambas. Pero frente a las implicancias ambientales que acarrea, la población del área bloqueó una carretera fundamental para el transporte del cobre hacia el puerto.
El fundamento de las protestas se basa en que los campos agrícolas se echan a perder por el polvo mineral. Frente a esto, Bellido reconoció que, pese a ser un país minero, los trabajadores han dejado de lado sus responsabilidades ambientales.
El funcionario afirmó que bajo la nueva administración las corporaciones deberán invertir más para mejorar las relaciones con las comunidades locales, forjando acuerdos y no enfrentamientos con los mineros. “Necesitamos dialogar, construir consensos, no impondremos nada aquí”, afirmó.
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