El pasado sábado, el Consejo de Estado de Cuba aprobó ocho decretos-leyes que amplían y reconocen la gestión de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), las cooperativas no agropecuarias y el trabajo por cuenta propia (autónomo) como actores económicos.
Según la información publicada en el sitio web del Parlamento cubano, la normativa sobre las mipymes autorizadas en junio facilita su inserción en el ordenamiento jurídico. Asimismo, pueden ser de propiedad estatal, privada o mixta.
Sin embargo, aunque estas empresas puedan clasificarse según el rango de ocupados y su desempeño en el mercado, son ilegales en los sectores considerados “estratégicos” para el Estado. Algunos de ellos son el sector de la salud, la energía, la defensa o la prensa.
Asimismo, las mipymes tampoco pueden ejercer ciertas actividades que están permitidas para trabajadores autónomos.
Este sábado también se eliminó el carácter “experimental” de las cooperativas no agropecuarias, que surgieron en el 2010 gracias a la ampliación del trabajo privado (reforma llevada a cabo por el expresidente Raúl Castro).
Pero la economía del país continúa contrayéndose, y los cuentapropistas representan el 13% de la población ocupada en Cuba donde la empresa estatal es el principal actor económico.
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