El avance de los talibanes en Afganistán y su toma de poder del país han conmocionado y preocupado al mundo entero, principalmente luego de conocerse que han incautado dispositivos biométricos militares de los Estados Unidos.
Conocidos como HIDE, en español “Equipo portátil de detección de identidad interagencial”, son sistemas que permiten contener datos biométricos de identificación como escáneres de iris o huellas dactilares, también información biográfica.
Los dispositivos HIDE son utilizados para acceder a grandes bases de datos centralizadas, y la preocupación internacional es mayor porque gracias a ellos “es posible que los talibanes ahora tengan acceso a varias bases de datos y equipos biométricos en Afganistán, incluidos algunos dejados por las fuerzas militares de la coalición”, mencionaba la ONG estadounidense Human Rights First.
Aunque aún no está claro qué parte de la base de datos biométrica del ejército norteamericano sobre la población afgana se ha visto comprometida, los talibanes pueden acceder a tecnología que también incluye reconocimiento facial, obteniendo información para identificar a colaboradores estadounidenses o para atacar grupos vulnerables.
Anteriormente en 2016, insurgentes que secuestraron a varias personas en la ciudad afgana de Kunduz también utilizaron un sistema biométrico del gobierno para verificar si pasajeros de un autobús eran miembros de las fuerzas de seguridad.
Se cree que el ejército de Estados Unidos utilizaba esta tecnología para rastrear terroristas y otros insurgentes, pero los datos sobre afganos que ayudaron al país norteamericano también se recopilaron y usaron en tarjetas de identificación.
Frente a la situación, un veterano de Operaciones Especiales del Ejército estadounidense mencionó que es posible que los talibanes necesiten herramientas adicionales para procesar los datos de HIDE, aunque expresó su preocupación de que Pakistán los ayude para lograrlo.
Welton Chang, director de tecnología de Human Rights First y ex oficial de inteligencia del Ejército norteamericano, confesó que no cree que nadie haya pensado en la privacidad de los datos en caso de que el sistema HIDE cayera en manos equivocadas.
“En el futuro, el aparato militar y diplomático de Estados Unidos debería pensar detenidamente si desplegar estos sistemas nuevamente en situaciones tan frágiles como Afganistán”, afirmó Chang.
Hacia 2011, la Oficina de Responsabilidad del Gobierno criticó al Pentágono por “no hacer lo suficiente” para garantizar que otras agencias de vigilancia tuvieran fácil acceso a la información. Además, se advirtió que el ejército “limita la capacidad de sus socios federales para identificar a posibles criminales o terroristas”.
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