Mariana Altieri: “Si los Hermanos se pelean, los devoran los de afuera” qué pasa con la demarcación chilena sobre territorio argentino y por qué debe preocuparnos

En el contexto de las acusaciones encontradas entre el Gobierno Nacional en respuesta de la decisión del Estado Chileno que a través del Decreto pronunciado por el presidente Piñera de extender los límites de la plataforma marítima en contradicción de lo establecido entre ambos países, el equipo de Escenario Mundial invitó a reflexionar a Mariana Altieri, sobre las consecuencias y la disputa entre los Estados. En este punto, a la especialista le pareció importante incorporar algún puntos subyacentes al debate, más allá de las consideraciones sobre las motivaciones de política doméstica de Chile, ya que considera que esta cuestión tiene connotaciones mas profundas.

“La demarcación de la plataforma continental argentina, así como todo lo que tiene que ver con la política respecto de la demarcación de límites terrestres y marítimos plasmados en el  Mapa Bi Continental de la República Argentina, es una política de Estado”.

Argentina llevó adelante una inversión material enorme que la mayor parte de los países no ha hecho, que Chile no ha hecho, no simplemente en la confección de mapas sino en una demarcación específica de la plataforma continental y las presentaciones correspondientes desde el año 2009, que nos han merecido el reconocimiento de la CONVEMAR.

“Es importante resaltarlo como una política de Estado y no reivindicativa como puede ser en espacios disputados, o con salvaguarda de soberanía como la Antártida sino que es una política de ocupación efectiva del espacio marítimo que es parte de del territorio nacional”.

En este punto Altieri remarca que “la gravedad que requiere el hecho de que haya una declaración en un decreto del gobierno chileno, un país limítrofe, no reconociendo esos límites que no sólo estaban estipulados por los tratados previos, sino que tampoco han sido objetados en el momento correspondientes y actualmente forman parte de le Estado Argentino como cualquier otra arte del territorio nacional.”

En segundo lugar, la académica remarca que “es evidentemente que estamos en un escenario de transición de poder y por ende de disputa hegemónica, donde lo que se está dando es un reacomodamiento de las zonas de poder e influencia en todas las esferas del globo y en sus múltiples dimensiones”

Explica que “esas dimensiones son económicas, de carrera tecnológica, comerciales, etc, pero también son claramente de disputa de proyección de poder en los espacios entendidos en términos geopolíticos. Esos espacios son terrestres, marítimos, aéreos, ultraterrestres, está también el ciberespacio, y claramente este reacomodamiento se está manifestando en zonas de poder e influencia en el mar. Los océanos son el gran medio de interconexión que sigue siendo el garante del sistema global y de este mundo interconectado, porque el comercio internacional y las comunicaciones efectivas más allá de las virtuales o telecomunicaciones, se hacen en un 90%  a través del mar”.

Para Altieri gran parte de la globalización se basa en el tráfico marítimo. Ese espacio que hoy tiene su nodo neurálgico en el Asia Pacífico, está en reacomodamiento en todas partes, no sólo en el Pacífico o en el Ártico como posible zona de quiebre a futuro, sino también en el Atlántico de cara a los recursos naturales que hay en la zona y como puerta de entrada a la antartida.

“Si bien todavía hay mucha explotación ilegal/no regulada (sobre todo de recursos ictícolas), sigue siendo una zona medianamente virgen o no tan depredada como otras. No solamente hay recursos naturales ictícolas sino que hay nodos polimetálicos en el subsuelo, de ahí la importancia de la plataforma continental. El mar territorial y después la zona económica exclusiva de los países llega hasta las 200 millas y después hasta las 300, pero la plataforma continental es mucho más extensa, en el caso de la Argentina, que la jurisdicción sobre la territorialidad del mar”.

Frente a esto, es posible inferir un nodo en la disputa con un aliento de mucho más largo plazo vinculado a la explotación de los RRNN y, por supuesto, la proyección hacia la Antártida, que es uno de los grandes espacios donde las reclamaciones de soberanía están suspendidas, por ahora. Recuerda que existe un sistema de gobernanza multilateral y especial que es el sistema del Tratado Antártico, pero que es un territorio donde empieza también a verse esa puja de poder.

“Por ende tenemos que también leer este decreto de Chile y esta intención de quedarse o de disputarle a Argentina parte de su plataforma submarina en esta distribución y en esta puja de poder, y pensar también cuáles son los intereses chilenos y cómo se está posicionando, sabiendo que si no podemos ponernos de acuerdo entre nosotros no tendremos oportunidad de cara al futuro. El escenario que se viene necesita de una cooperación argentino chilena sólida y estratégica, porque es la única forma de asegurar nuestros intereses en el atlántico y pacífico sur y en la Antártida. No se olviden que, si los Hermanos se pelean, los devoran los de afuera”.

Altieri remarca que “Sin perjuicio de lo anterior Argentina no puede dejar de remarcar que en este caso no encontramos frente a un reclamo chileno sobre un territorio que definitivamente es argentino, y es reconocido como tal. Por ende, el derecho está de nuestro lado, pero también debemos asumir que estamos ante un asunto de defensa nacional.

Eso no quiere decir que tenga que haber ningún tipo de restauración de hipótesis de conflicto con Chile, ni es hacer una afirmación belicista ni mucho menos, pero claramente tiene que ver con la defensa de nuestro territorio y que por ende tenemos que tener en claro que para defenderlo hay que tener un uso y ocupación efectiva de ese territorio, y el mar se ocupa efectivamente a través de la construcción y adquisición de capacidades marítimas, de barcos para patrullar, y de un poder marítimo integral que va más allá del instrumento militar en sí mismo.

“No pienso solo en recuperar la capacidad submarina que lamentablemente hemos perdido para patrullar esta enorme plataforma continental submarina que tenemos. Sin en la explotación y exploración de RRNN, en la responsabilidad de la preservación medioambiental, etc. Porque no hay que olvidar que la demarcación de un territorio implica la creación de una jurisdicción.

“Tenemos que empezar a pensar en hacer eso, más allá de que hay muchas zonas del Atlántico Sur que están resguardadas por distintas restricciones medioambientales, pero en ese caso también somos nosotros aquellos que tenemos que hacer cumplir esas restricciones y medidas medioambientales.

Para Altieri es importante destacar “Debemos entender a la plataforma continental como extensión de nuestra argentina territorial, sobre la cual tenemos responsabilidades y derechos y sobre la que debemos hacer un ejercicio efectivo de soberanía. Pero sin olvidar que es parte de la plataforma continental de américa latina y que la única forma de posicionarnos en el tablero internacional de forma favorable a nuestro interese nacionales es haciendo causa común. Y Resalta “Ojala podamos llegar a un acuerdo con Chile que respete los limites pre establecidos en lugar de empantanarnos en un diferendo que solo beneficia a los poderes extraregionales”

Mariana Altieri es Directora Ejecutiva y Coordinadora de la Comisión de Geopolítica y Orden Mundial de la Fundación Meridiano. Magister en Estrategia y Geopolítica de la Escuela Superior de Guerra – Universidad de la Defensa Nacional. Docente e Investigadora de la Carrera de Ciencia Política, Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires y titular de la Catedra de Estudios Geopolíticos Saavedra Lamas de la Universidad de San Isidro.

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