Joe Biden ha mantenido su segunda llamada con el líder chino Xi Jinping desde que es presidente, en un esfuerzo por romper el estancamiento de las relaciones entre China y EE.UU. después de que las anteriores reuniones de alto nivel produjeran escasos avances.
La Casa Blanca dijo que los dos líderes mantuvieron una “discusión amplia y estratégica” y que Biden había “subrayado el interés permanente de Estados Unidos en la paz, la estabilidad y la prosperidad en el Indo-Pacífico y en el mundo”.
Durante la llamada, ambos hablaron de la “responsabilidad de ambas naciones para garantizar que la competencia no se desvíe hacia el conflicto”.
El Ministerio de Asuntos Exteriores chino afirmó que las conversaciones fueron sinceras, y citó a Xi diciendo que las políticas de Estados Unidos hacia Pekín eran responsables de las “graves dificultades” en las relaciones. Era la primera vez que los dos presidentes hablaban desde febrero.
Biden solicitó la llamada después de que la Casa Blanca concluyera que las reuniones que se mantuvieron entre la delegación china y la estadounidense no avance y se produzca un estancamiento.
Biden no se ha reunido con Xi desde que éste llegó a la presidencia, lo que refleja el pésimo estado de las relaciones entre China y Estados Unidos y el impacto de la pandemia en la limitación de los viajes al extranjero de ambos líderes. Xi no ha salido de China desde que visitó Myanmar en enero de 2020, cuando se identificó por primera vez el coronavirus en Wuhan.
El presidente estadounidense ha adoptado una postura mucho más dura con respecto a China de lo que la mayoría de los expertos esperaban, y ha reprendido a Pekín por todo, desde su represión del movimiento prodemocrático en Hong Kong hasta el trato a los uigures en Xinjiang.
Funcionarios y analistas chinos han culpado a Estados Unidos del estancamiento y han dicho que la decisión de Biden de mantener las políticas de línea dura de la administración Trump ha bloqueado el progreso incluso en temas en los que los intereses de los rivales están alineados, como el cambio climático. Antes de una reunión entre Pekín y los enviados de Washington para el clima la semana pasada, Wang dijo que “la pelota ahora está en el campo de Estados Unidos”.
“Estados Unidos se ha opuesto claramente a China en cuestiones importantes como Taiwán, el Mar de China Meridional y los derechos humanos”, dijo Shi Yinhong, experto en política exterior de la Universidad Renmin de Pekín. “La relación entre los dos países seguirá deteriorándose a menos que puedan encontrar un terreno común”.
Evan Medeiros, experto en Asia de la Universidad de Georgetown y ex asesor principal del ex presidente Barack Obama, dijo que la llamada era un paso crítico que podría allanar el camino hacia una reunión en persona.
“En una relación tan competitiva, la diplomacia a nivel de líderes es un componente esencial para gestionar bien la competencia”, dijo. “Han sido siete meses, y siete duros para EE.UU. y China. Es hora de que los líderes vuelvan a tomar las riendas”.
El gobierno de Biden ha discutido la posibilidad de reunirse con Xi en la cumbre del G20 que se celebrará en Italia en octubre, pero los medios de comunicación chinos sugirieron que el presidente chino sólo podría asistir al evento de forma virtual. El funcionario estadounidense dijo que la Casa Blanca no tenía ninguna indicación sobre si Xi asistiría a la reunión en persona.
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