El pasado lunes, el presidente Vladimir Putin asistió a un campo de entrenamiento en la región de Nizhny, Novgorod, a 450 kilómetros al este de Moscú. Los ejercicios militares que se realizan en el área son llevados a cabo en coordinación con Bielorrusia.
Las maniobras militares comenzaron la semana pasada, luego de la reunión bilateral entre Vladimir Putin y el presidente bielorruso Alexandr Lukashenko.
Los mismos han generado cierto grado de preocupación en los países fronterizos, ya que incluyeron el primer uso de dos nuevos vehículos robóticos de combate equipados con ametralladoras y lanzagranadas en un entorno de combate, según el Ministerio de Defensa.
Los ejercicios Zapad-2021 se efectúan en varias zonas de Rusia y Bielorrusia, y en total involucran a 200.000 soldados. Se incluyen también algunas tropas de Armenia, India, Kazajistán, Kirguistán y Mongolia.
Mientras que los ministros de Relaciones Exteriores de Polonia, Letonia, Lituania y Estonia han mostrado cierta preocupación por los mismos, principalmente porque Rusia “no ha sido transparente” sobre los mismos, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, afirmó que estos “son un proceso regular”.
Pero el apoyo ruso es un tema que genera cierta inquietud para los países vecinos, principalmente porque “Bielorrusia está tratando de desestabilizarlos” y alentando a los migrantes de África y Medio Oriente a viajar hacia Europa, en un contexto de crisis migratoria que surgió con las sanciones occidentales impuestas a Bielorrusia.
Te puede interesar: Rusia-Bielorrusia: integración económica y lazos cada vez más estrechos