Corea del Norte y Corea del Sur probaron misiles balísticos con horas de diferencia el miércoles, en una muestra de poderío militar que seguramente exacerbará las tensiones entre los rivales en un momento en que las conversaciones para despojar al Norte de su programa nuclear están estancadas.
La oficina presidencial de Corea del Sur dijo que el país realizó su primera prueba de misiles balísticos lanzados desde un submarino. El misil, de fabricación nacional, voló desde un submarino y alcanzó el objetivo designado, mientras el presidente Moon Jae-in y otros altos funcionarios observaban la prueba.
Moon dijo que las mejoras en las capacidades de misiles del país servirían como “una disuasión segura contra las provocaciones norcoreanas”.
Anteriormente, el miércoles, Corea del Norte disparó al mar dos misiles balísticos de corto alcance. Esos lanzamientos se produjeron dos días después de que el Norte dijera que había disparado un misil de crucero recién desarrollado, su primera prueba armamentística en seis meses.
Los expertos afirman que Corea del Norte está desarrollando sus sistemas de armamento para presionar a Estados Unidos con la esperanza de obtener un alivio de las sanciones destinadas a obligar al Norte a abandonar su arsenal nuclear. Las conversaciones lideradas por Estados Unidos sobre esta cuestión llevan más de dos años estancadas y, mientras tanto, las tensiones han aumentado en la península coreana.
Los observadores dicen que el gobierno de Moon, que ha estado buscando activamente la reconciliación con Corea del Norte, puede haber tomado medidas para parecer más duro en respuesta a las críticas de que es demasiado blando con el Norte.
El primer ministro japonés, Yoshihide Suga, dijo que los lanzamientos “amenazan la paz y la seguridad de Japón y de la región y son absolutamente indignantes”. El Comando Indo-Pacífico de Estados Unidos dijo que la medida “pone de manifiesto el impacto desestabilizador del programa de armas ilícitas (de Corea del Norte)”, aunque dijo que no suponía una amenaza inmediata para Estados Unidos.
La prueba surcoreana probablemente enfurecerá al Norte, que a menudo ha acusado a su rival de hipocresía por introducir armas modernas mientras pide conversaciones entre los países divididos.
Las pruebas del miércoles se produjeron mientras el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, se encontraba en Seúl para reunirse con Moon y otros altos funcionarios para discutir sobre Corea del Norte y otros asuntos.
La comunidad internacional presiona a Corea del Norte a que abandone su programa nuclear y ha utilizado durante mucho tiempo una combinación de amenaza de sanciones y promesa de ayuda económica para intentar influir en el Norte. Pero las conversaciones nucleares entre Estados Unidos y Corea del Norte se han estancado desde 2019.
El gobierno del líder norcoreano Kim Jong Un ha rechazado hasta ahora las propuestas de diálogo de la administración Biden, exigiendo que Washington abandone primero lo que llama políticas “hostiles”. Pero el Norte ha mantenido su moratoria autoimpuesta sobre las pruebas nucleares y de misiles de largo alcance, una señal de que quizá no quiera desechar por completo la posibilidad de reabrir las conversaciones.
Corea del Sur, que no tiene armas nucleares, está bajo la protección del “paraguas nuclear” de Estados Unidos, que garantiza una respuesta estadounidense devastadora en caso de ataque a su aliado. Pero Corea del Sur ha acelerado sus esfuerzos para aumentar sus armas convencionales, incluyendo el desarrollo de misiles más potentes.
Los expertos afirman que los avances militares del Sur tienen como objetivo mejorar su capacidad de ataques preventivos y destruir instalaciones y búnkeres clave de Corea del Norte.
Además del misil lanzado desde un submarino, Corea del Sur también probó un misil desde un avión.
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