Miles de personas se reunieron el miércoles en la capital de El Salvador para la primera marcha masiva contra el presidente Nayib Bukele, quien, según los manifestantes, ha concentrado demasiado poder, ha debilitado la independencia de los tribunales y podría buscar la reelección.
Algunos manifestantes también protestan por la controvertida decisión del gobierno de Bukele de convertir la criptomoneda Bitcoin en moneda de curso legal en El Salvador, el primer país en hacerlo. Las autoridades pusieron en marcha hace una semana un monedero digital conocido como “Chivo”, pero el sistema ha estado fuera de servicio con frecuencia para su mantenimiento.
Frente a los destrozos de algunos cajeros el presidente tuiteó: “Dicen que el ‘vandalismo’ fue obra de ‘infiltrados’, pero ha habido vandalismo en TODAS sus manifestaciones”, ¿Y por qué no hubo gritos de ‘basta’ o ‘no hagas eso’?”.
El presidente elegido en 2019 ha mantenido una alta popularidad con sus promesas de acabar con la corrupción que se extendía entre los partidos tradicionales del país. Pero algunos salvadoreños dicen que se está convirtiendo en “un dictador” y la marcha del miércoles fue la primera gran protesta contra su gobierno.
El partido Nuevas Ideas de Bukele obtuvo este año la mayoría en el Congreso e inmediatamente después de ocupar sus escaños en la Asamblea Nacional en mayo, sustituyó a los cinco miembros de la Sala Constitucional y al fiscal general independiente que se habían opuesto a varias de las acciones anteriores de Bukele.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, advirtió que “los acontecimientos antidemocráticos representan una amenaza creciente para el futuro de Centroamérica”, y añadió: “Estados Unidos está con todos los que dicen la verdad al poder”.
Otro punto fuerte de rechazo fue la disposición de Bukele de adoptar el Bitcoin como moneda de curso legal en el país. Diversos fallos técnicos en la implementación y los fluctuantes precios de la moneda generó escepticismo por parte de la población de El Salvador.
Recientes encuestas de opinión pública en El Salvador han dicho que la mayoría de los salvadoreños se oponen a que sea una moneda oficial. Aun así, Bukele afirma que ya hay medio millón de usuarios del sistema de pago digital en la nación centroamericana.
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