El primer ministro británico, Boris Johnson, remodeló este miércoles a sus principales ministros, nombrando a la primera mujer secretaria de Asuntos Exteriores de su partido, mientras instaba a su Gobierno a ponerse manos a la obra para atajar la desigualdad económica tras la COVID-19.
Acabar con la desigualdad regional es clave en la agenda fijada en 2019, cuando Johnson ganó la mayor mayoría parlamentaria del Partido Conservador desde Margaret Thatcher. Pero el tema ha quedado eclipsado por el COVID-19 y los titulares sobre las meteduras de pata ministeriales.
La sustitución de Dominic Raab por la ex ministra de Comercio Liz Truss en el Ministerio de Asuntos Exteriores subrayó la razón de ser de la remodelación: desplazar a aquellos cuyos errores han sacudido al Gobierno y promover a los que han evitado las crisis.
“El Gabinete que he nombrado hoy trabajará incansablemente para unir y nivelar todo el país. Nos recuperaremos mejor de la pandemia y cumpliremos sus prioridades”, dijo Johnson en Twitter.
“Ahora pongámonos a trabajar”.
El ministro de Finanzas, Rishi Sunak, sigue en su puesto, al igual que el ministro del Brexit, David Frost.
Truss, una de las favoritas del Partido Conservador, se traslada al Ministerio de Asuntos Exteriores desde el departamento de comercio, donde completó una serie de acuerdos comerciales desde que Gran Bretaña abandonó la Unión Europea. Es la segunda mujer que ocupa el cargo de ministra de Asuntos Exteriores, después de Margaret Beckett, que ocupó el puesto entre 2006 y 2007 en un gobierno laborista.
Anne-Marie Trevelyan pasa a Comercio tras ser ministra del Clima.
Michael Gove, considerado una pieza clave en el gobierno de Johnson, fue trasladado a Vivienda desde su puesto en la Oficina del Gabinete, un departamento en el centro del gobierno que impulsa la aplicación de las políticas. Fue sustituido por Stephen Barclay, antiguo ministro del Brexit.
Los movimientos de Raab y Gove siguieron a los despidos de otros tres: Gavin Williamson como ministro de Educación, Robert Buckland como ministro de Justicia y Robert Jenrick como ministro de Vivienda.
Algunos miembros del partido de Johnson aseguran que la remodelación ministerial ha contribuido a garantizar los planes de subida de impuestos para hacer frente a la crisis de la sanidad y la asistencia social obtuvieran el respaldo del partido, después de haber sido ampliamente criticados por perjudicar más a los que menos ganan.
Los críticos acusaron a Johnson de intentar eclipsar la votación sobre la decisión del Gobierno de suprimir las ayudas adicionales a las familias con bajos ingresos.
Pero algunos legisladores conservadores dijeron que simplemente se había retrasado mucho. Varios legisladores describieron el Gabinete como un barco “terriblemente incrustado encallado en la bahía”
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