A inicios de esta semana, el nuevo gobierno de Líbano obtuvo un voto de confianza del Parlamento del país, dándole un cierre a 13 meses de estancamiento político. El Parlamento respaldó la promesa del primer ministro Najib Mikati, quien afirmó que detendría la crisis económica.
La sesión del pasado lunes se consideró maratónica. Fueron ocho horas las necesarias para examinar el plan de acción del gobierno.
Según el recuento anunciado por el presidente del Parlamento, Nabih Berri, a favor del primer ministro votaron 85 legisladores mientras que en contra votaron 15.
Mikati buscó elaborar un programa de políticas orientado a reactivar la economía del estancado país, reabrir las conversaciones con el FMI e iniciar nuevas reformas para “desbloquear” la ayuda exterior.
El primer ministro, un magnate multimillonario, afirmó que “Desde el corazón del sufrimiento de Beirut … nuestro gabinete nació para encender una vela en esta oscuridad desesperada”.
También agregó que el objetivo es “comenzar con el FMI”, porque no se trata de una opción sino que “es algo que debe pasar”.
El borrador del programa incluía un plan de recuperación financiera elaborado por el gobierno anterior, que establecía un déficit en el sistema financiero de unos 90.000 millones de dólares, cifra respaldada por el FMI.
Berri, antes de la votación, instó a Mikati a ser breve en su discurso ya que los cortes de energía son constantes en el país y cada minuto cuenta.
La triste situación se debe, en parte, a la crisis financiera que enfrenta el Líbano como una de las peores del mundo desde la década de 1850, según el Banco Mundial.
La libra libanesa, moneda oficial, perdió más del 90 por ciento de su valor desde finales de 2019. Además, cuatro de cada cinco habitantes están por debajo del umbral de pobreza.
A principios de septiembre se acordó el gobierno de Mikati, un año después de la incertidumbre política marcada por la renuncia del gabinete anterior a raíz de la explosión del puerto de Beirut.
Te puede interesar: Egipto manifiesta su apoyo al gobierno de Libia y sus próximas elecciones