Uno de los fundadores de los talibanes y principal ejecutor de su estricto gobierno en Afganistán durante la década de 1990 afirma que el grupo volverá a llevar a cabo ejecuciones y amputaciones de manos, aunque quizás no en público.
En una entrevista con la agencia de noticias The Associated Press, el mulá Nooruddin Turabi desestimó la indignación por las ejecuciones de los talibanes en el pasado, que a veces se llevaban a cabo frente a multitudes en un estadio, y advirtió al mundo que no interfiriera con los nuevos gobernantes de Afganistán.
“Todo el mundo nos criticó por los castigos en el estadio, pero nunca hemos dicho nada sobre sus leyes y sus castigos”, dijo Turabi a la AP, hablando en Kabul.
“Nadie nos dirá cuáles deben ser nuestras leyes. Seguiremos el Islam y haremos nuestras leyes sobre el Corán”.
Desde que los talibanes invadieron Kabul el 15 de agosto y se hicieron con el control del país, los afganos y el mundo han estado pendientes de si recrearán su duro gobierno del periodo 1996-2001.
Los comentarios de Turabi señalan que los líderes del grupo siguen atrincherados en una visión del mundo profundamente conservadora y de línea dura, aunque estén adoptando cambios tecnológicos, como el vídeo y los teléfonos móviles.
Turabi, que ahora tiene unos 60 años, fue ministro de Justicia y director del llamado Ministerio de Propagación de la Virtud y Prevención del Vicio -en realidad, la policía religiosa- durante el anterior gobierno de los talibanes.
Las ejecuciones de los asesinos condenados solían ser de un solo disparo en la cabeza, a cargo de la familia de la víctima, que tenía la opción de aceptar el “dinero de sangre” y permitir que el culpable viviera. Para los ladrones convictos, el castigo era la amputación de una mano. A los condenados por robo en la carretera se les amputaba una mano y un pie.
“La amputación de manos es muy necesaria para la seguridad”, dijo, y afirmó que tenía un efecto disuasorio. Dijo que el gabinete estaba estudiando la posibilidad de aplicar castigos en público y que “desarrollará una política”.
En una reciente entrevista con Al Jazeera, Turabi -que regresó a Afganistán tras 20 años de exilio en Pakistán- dijo también que el nuevo sistema de justicia reflejará el anterior orden talibán, aunque con algunos “cambios”.
“Nuestros actos demostrarán que no somos como los estadounidenses, que dicen defender los derechos humanos pero han cometido crímenes terribles. No habrá más torturas ni hambre”, dijo Turabi, mientras explicaba que el nuevo personal penitenciario incluirá a miembros del antiguo sistema y a los muyahidines talibanes.
“Hemos cambiado con respecto al pasado”, dijo.
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