La promesa electoral sin precedentes del partido gobernante de Japón de duplicar el gasto en defensa destaca la prisa del país por adquirir misiles, cazas de combate, aviones no tripulados y otras armas para disuadir al ejército chino en el disputado Mar de China Oriental.
El Partido Liberal Democrático (PLD) incluyó por primera vez en su plataforma política, antes de las elecciones nacionales de este mes, el objetivo de gastar el 2% del PIB -unos 100.000 millones de dólares- o más en el sector militar.
Los expertos no esperan que el nuevo Primer Ministro, Fumio Kishida, duplique el gasto en un futuro próximo, dadas las finanzas públicas de Japón, que se encuentran agobiadas por la deuda, y una economía afectada por la pandemia. Pero es una señal de que la nación pacifista podría abandonar con el tiempo el compromiso de mantener los presupuestos militares dentro del 1% del PIB, una cifra que durante décadas ha aliviado la preocupación en el país y en el extranjero sobre cualquier resurgimiento del militarismo que llevó a Japón a la Segunda Guerra Mundial.
Estados Unidos ha estado presionando a sus principales aliados para que gasten más en defensa; un aumento del 2% del PIB pondría a Japón en línea con las promesas de los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). leer más
Las notas de dureza del PLD se producen en un momento en que el sentimiento de la población japonesa se aleja de la preocupación por el rearme y se centra en la creciente alarma por la asertividad militar de China en Asia, especialmente hacia Taiwán.
En una encuesta de 1.696 personas realizada por el diario económico Nikkei a finales del año pasado, el 86% de los encuestados dijo que China suponía una amenaza para Japón, más que el 82% que expresó su preocupación por una Corea del Norte con armas nucleares.
“La inclusión de esta cuestión en el manifiesto supone un reconocimiento de la necesidad de obtener el apoyo de la opinión pública para los cambios necesarios en la política de defensa”, afirmó Robert Ward, investigador del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos con sede en Londres. “La dirección del viaje está ahora fijada”.
Las miras hacia China
La estrategia militar de Japón se centra en la defensa del territorio a lo largo del borde del Mar de China Oriental, donde Tokio está enfrascado en una disputa con Pekín por un grupo de islas deshabitadas.
La cadena de Okinawa, Taiwán y las islas que se extienden hasta Filipinas forman lo que los planificadores militares denominan la Primera Cadena de Islas, una barrera natural para las operaciones chinas en el Pacífico Occidental.
Con 50.000 millones de dólares más al año, Japón podría comprar más material estadounidense, como cazas furtivos F-35, aviones utilitarios Osprey y aviones no tripulados de vigilancia, así como material de fabricación nacional como lanchas de desembarco anfibio, buques de guerra compactos, portaaviones, submarinos, satélites y equipos de comunicaciones para luchar en una guerra prolongada.
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