La convocatoria de Chile busca adjudicar contratos especiales de explotación para explorar y producir 400 000 toneladas de litio metálico comercializable, divididas en cinco cuotas de 80 000 toneladas cada una. Habrá un plazo de siete años para realizar la exploración geológica, los estudios y el desarrollo del proyecto, prorrogable por otros dos, y otros 20 años para la producción.
El Estado captará un canon por la asignación de las cuotas, además de un pago variable durante la etapa de producción.
Para atender el aumento de la demanda mundial de litio y el crecimiento que se proyecta en el futuro, en el marco de la lucha contra el cambio climático, el Ministerio de Minería anunció una convocatoria pública nacional e internacional para la suscripción de contratos especiales de operación que desarrollen la exploración y producción de yacimientos de litio en el país.
Al igual que el cobre, el litio es considerado un mineral clave para la transición energética mundial y Chile cuenta con las mayores reservas de este mineral, con un total de 9,2 millones de toneladas, según el último informe del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), publicado en enero de 2020.
En los últimos años, el desarrollo de la electromovilidad, el mayor consumo de energías limpias y las nuevas tecnologías asociadas al litio, han impulsado fuertemente la demanda de este mineral.
Así, las proyecciones apuntan a que la demanda mundial se cuadruplicará para 2030, alcanzando 1,8 millones de toneladas de carbonato de litio, mientras que la oferta disponible sería de aproximadamente 1,5 millones de toneladas. Chile, que hasta 2012 era el primer productor mundial de litio, fue superado por Australia y se espera que a finales de esta década, China desplace al país al tercer puesto.
Sólo el Estado de Chile puede gestionar la producción de litio, para lo cual existen cuatro mecanismos: hacerlo por su cuenta; a través de un contrato especial de explotación de litio (CEOL); a través de sus empresas estatales, o mediante Concesiones Administrativas. Esta licitación mantiene el estatus del litio como mineral estratégico.
La convocatoria nacional e internacional anunciada por el gobierno busca, a través de un proceso público, competitivo y transparente, licitar y adjudicar CEOLs por cupos. Los derechos estarán asociados a una autorización de comercialización de la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCCHEN).
Con esto, el Estado busca facilitar el ingreso de empresas nacionales y/o extranjeras, promoviendo la producción y apoyando el desarrollo de nuevas tecnologías que permitan la transición energética y la lucha contra el calentamiento global, generando a su vez beneficios para el Estado. Esta iniciativa complementa el CEOL ya otorgado a Codelco en el Salar de Maricunga, y la actual producción de empresas privadas en el Salar de Atacama a través del arriendo de concesiones de CORFO.
Esta iniciativa está alineada con los objetivos planteados en la Política Nacional Minera 2050, presentada en agosto de 2020. De hecho, una de las metas de este documento es aumentar la producción a 450 000 tpy de carbonato de litio para el año 2030.
Para el otorgamiento del CEOL las empresas deberán buscar el lugar para desarrollar sus proyectos, definir las tecnologías, cumplir con todos los requisitos normativos y ambientales aplicables exigidos por las instituciones ambientales, y generar el entorno favorable a través de la relación con las comunidades. Las empresas deberán realizar una oferta económica para obtener la cuota, además de pagar una cantidad variable durante la fase de producción.
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