El Director General de la Comisión Europea advirtió a Polonia de que su desafío a la supremacía del Derecho de la Unión Europea ponía en entredicho los fundamentos mismos del bloque de 27 países y no podía quedar impune.
El Tribunal Constitucional de Polonia dictaminó la semana pasada que partes de la legislación de la UE son incompatibles con la Constitución polaca, lo que socava el pilar jurídico sobre el que se asienta la Unión y hace temer que Polonia acabe abandonando el bloque.
El partido nacionalista Ley y Justicia, en el poder, afirma que no tiene planes para un “Polexit” y -a diferencia de Gran Bretaña antes de su referéndum sobre el Brexit en 2016- el apoyo popular a la pertenencia a la UE sigue siendo alto en Polonia.
Sin embargo, otros Estados miembros se han mostrado consternados por el desafío de Varsovia a la UE, incluyendo la queja del primer ministro Mateusz Morawiecki en una carta el lunes sobre el “mission creep” que advirtió que llevaría a un “organismo gestionado centralmente, gobernado por instituciones privadas de control democrático”.
¿Cómo va a responder la Unión Europea?
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se adelantó este martes a Morawiecki en un debate sobre la polémica en el Parlamento Europeo de Estrasburgo y expuso tres opciones de respuesta al ataque del tribunal polaco a la primacía del derecho comunitario.
“La Comisión Europea está, en este momento, evaluando cuidadosamente esta sentencia. Pero ya puedo decirles: Estoy profundamente preocupada”, dijo. “Esta sentencia pone en cuestión los fundamentos de la Unión Europea. Es un desafío directo a la unidad del ordenamiento jurídico europeo”.
Dijo que una primera opción son las llamadas infracciones, en las que la Comisión Europea impugna legalmente la sentencia del tribunal polaco, lo que podría dar lugar a multas.
Otra opción es un mecanismo de condicionalidad y otras herramientas financieras por las que se retendrían los fondos de la UE a Polonia.
Hasta que no se resuelva el enfrentamiento de Varsovia con Bruselas, es poco probable que reciba alguno de los 23.900 millones de euros en subvenciones y 12.100 millones en préstamos baratos que solicitó como parte del fondo de recuperación de la UE tras la pandemia del COVID-19.
La UE podría incluso bloquear el acceso de Polonia a las subvenciones de la UE para proyectos de desarrollo y estructurales en el presupuesto de 2021-2027, por valor de unos 70.000 millones de euros.
Von der Leyen dijo que una tercera opción es la aplicación del artículo 7 de los tratados de la UE. En virtud de éste, los derechos de los Estados miembros -incluido el derecho de voto sobre las decisiones de la UE- pueden ser suspendidos por haber infringido los valores fundamentales del bloque.
Mantener los valores de la Unión
Morawiecki, que intervino a continuación en la Asamblea de la UE, acusó al bloque de extralimitarse en sus competencias.
“Las competencias de la UE tienen unos límites claros, y no debemos quedarnos callados cuando esos límites se vulneran. Así que decimos sí al universalismo europeo, pero decimos no al centralismo europeo”, afirmó.
A continuación, varios diputados se levantaron para fustigar al líder polaco, mientras que algunos ministros de la UE reunidos en Luxemburgo se sumaron al coro de críticas.
El ministro finlandés de Asuntos Europeos dijo que el compromiso no podía ser la solución y que la Comisión Europea debía actuar.
“No queremos acompañar a nadie a la salida”, dijo Tytti Tuppurainen a los periodistas. “Respetamos el deseo del pueblo polaco de estar dentro de la UE y continuar como miembros de la misma, pero no comprometeremos la base de valores de la UE”.
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