Recientemente, China ha comenzado una nueva etapa de pruebas de misiles hipersónicos que comenzó meses atrás. La agencia de noticias Financial Times informó por primera vez la iniciación de estas pruebas el 27 de julio pasado, lanzando un cohete con un “sistema de bombardeo orbital fraccional” que luego volvió a repetirse el 13 de agosto.
Pero la semana pasada, China había realizado no una, sino dos pruebas de un nuevo sistema de armas hipersónicas, según el mismo diario. Se destacó que esta nueva prueba contaba con misiles que podían entregar cargas útiles extremadamente rápido o evadir los sistemas de radar modernos.
En este sentido, diversos analistas han afirmado que probablemente pudiera superar las capacidades estadounidenses en esta materia. Además, han resaltado que podría implicar una nueva carrera tecnológica contínua entre ambos países.
El principal general de Estados Unidos, Mark Milley, calificó esta reciente prueba de misiles hipersónicos de China como un desarrollo de armas “muy preocupante”, sentimiento que también transmitió Biden en otras ocasiones.
Mientras que Beijing niega la realización de estas pruebas hipersónicas y afirma que se trata de un “vehículo espacial reutilizable”, los expertos han comenzado a preguntarse: ¿Qué tan cerca se puede estar de una nueva carrera armamentística-tecnológica entre China y Estados Unidos?
Las dudas y/o comentarios surgen con las declaraciones Milley en una entrevista con Bloomberg, quien afirmaba que también Estados Unidos se encuentra “experimentando, probando y desarrollando tecnologías para incluir hipersónica, inteligencia artificial, robótica, una amplia gama”.
Días antes de la misma, el Pentágono anunció que había realizado tres pruebas en componentes que informarán el desarrollo de un sistema de armas hipersónicas de Estados Unidos. Sin embargo, el pasado martes el jefe del principal contratista de defensa Raytheon advirtió que Estados Unidos está varios años atrasado en el desarrollo tecnológico que China ha probado tener.
Por su parte, Milley agregó que la tecnología y las capacidades de armamento de China se estaban “expandiendo rápidamente” y que Estados Unidos tendría que adaptarse a esta realidad, ya que se enfrenta a un cambio en la historia significativo: el cambio en el carácter de la guerra, agregó.
Sobre este último punto, y aunque Estados Unidos haya desarrollado un programa para el desarrollo de estas armas desde principios del 2000, Milley declaró que Norteamérica deberá ajustar su ejército en el futuro para acelerar su ritmo en capacidad hipersónica.
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