El primer ministro iraquí, Mustafá Al Kadhimi, se libró por poco de un atentado contra su vida perpetrado por un dron cargado de explosivos que alcanzó su residencia en Bagdad a primera hora del domingo, y las condenas llegaron de todo el mundo en apoyo de la estabilidad y la seguridad del país.
El Sr. Al Kadhimi resultó ligeramente herido en la muñeca izquierda en el atentado, según informaron dos fuentes de seguridad a The National. Al menos cinco de sus guardias también resultaron heridos.
El fallido intento de asesinato se produjo después de que grupos promilitares organizaran protestas en la capital iraquí contra los resultados de las elecciones de octubre. Los partidarios de los partidos que perdieron las elecciones llevan semanas amenazando a Al Kadhimi.
El Consejo de Seguridad Nacional se comprometió a exigir responsabilidades a todas las partes implicadas.
“El cobarde y terrorista atentado contra la residencia del primer ministro y comandante de las fuerzas armadas para asesinarlo es un peligroso ataque contra el Estado iraquí”, declaró el Consejo, según la Agencia de Noticias estatal iraquí, tras una reunión dirigida por Al Kadhimi.
“El atentado fue llevado a cabo por grupos armados criminales”, añadió.
Poco después del atentado, Al Kadhimi apareció en un vídeo en su cuenta de Twitter y dijo que estaba a salvo. Hizo un llamamiento a la calma e instó a todas las partes a participar en “un diálogo constructivo para Irak y su futuro”.
Ningún grupo reivindicó inmediatamente la autoría del atentado. Pero se ha abierto una investigación para identificar el punto de lanzamiento de los aviones no tripulados, dijo el portavoz de las fuerzas armadas Yehya Rassoul.
El líder de una poderosa milicia insinuó que el ataque había sido fabricado, y pidió que un comité técnico especializado investigara el incidente.
Fuentes de seguridad dijeron a The National que los aviones no tripulados utilizados en el asalto a la residencia del primer ministro eran similares a los aviones no tripulados de fabricación iraní que se han utilizado en ataques anteriores en Irak.
Los diplomáticos occidentales con sede en la Zona Verde dijeron que habían oído explosiones y disparos en la zona.
Estados Unidos se apresuró a condenar el ataque
El portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price, declaró: “Este aparente acto de terrorismo, que condenamos enérgicamente, iba dirigido al corazón del Estado iraquí. Estamos en estrecho contacto con las fuerzas de seguridad iraquíes encargadas de defender la soberanía y la independencia de Irak y hemos ofrecido nuestra ayuda mientras investigan este atentado.”
“Nuestro compromiso con nuestros socios iraquíes es inquebrantable”, dijo en las primeras horas del domingo.
La misión especial de la ONU en Irak condenó el intento de asesinato en los “términos más enérgicos”, expresando su alivio por el hecho de que Al Kadhimi resultara ileso.
“No se debe permitir que el terrorismo, la violencia y los actos ilícitos socaven la estabilidad de Irak y hagan descarrilar su proceso democrático”, declaró la Misión de Asistencia de la ONU para Irak. Hizo un llamamiento a la calma y la contención.
Dijo que las fuerzas de seguridad iraquíes “deben controlar la situación para que Irak pueda recuperarse y volver a ser fuerte”.
Estos ataques se dan en el contexto de elecciones donde según los recuentos preliminares, el bloque Fataj, formado por políticos y comandantes de milicias vinculados a Teherán, obtuvo unos 15 de los 329 escaños del Parlamento, frente a los 48 que tenía anteriormente. Su resultado lo convierte en el segundo bloque más grande.
Algunas milicias y partidos chiíes han rechazado los resultados iniciales, acusando de fraude a la Alta Comisión Electoral Independiente.
Durante semanas, sus partidarios han protestado frente a la Zona Verde, exigiendo un recuento manual de todos los votos.
La Comisión ha estado recontando más de 2.000 urnas de diversas partes de Irak para las que se han aceptado recursos. El recuento manual no ha coincidido con los resultados iniciales.
El viernes estallaron enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes que intentaron avanzar hacia la Zona Verde, matando a dos manifestantes e hiriendo a más de 100, entre ellos personal de seguridad.