Poco a poco China va aumentando su influencia en el mundo, llegando a convertirse en el primer socio comercial de varios países de Latinoamérica, y un destacado inversor en toda la región, internándose así en una de las más importantes zonas de influencia de Estados Unidos. Ejemplo de ello es la instalación en 2012 de una estación espacial en la provincia de Neuquén, la primera que erige el gobierno chino fuera de su país.
Cualquier actividad en áreas estratégicas de China en el “patio trasero” de Estados Unidos, especialmente en materia de seguridad e infraestructuras críticas del país , despierta el recelo de la potencia hegemónica americana, pero este movimiento podría poner a Argentina en una delicada situación de política exterior, al verse envuelto en una eventual competencia geopolítica entre las dos grandes fuerzas mundiales.
La instalación de la base espacial china, denominada “Espacio lejano”, fue aprobada tras meses de negociación que culminaron en un acuerdo durante el gobierno de la ex presidenta Cristina Kirchner. En los detalles del mismo se puede ver que la infraestructura, terminada en 2017, se edificó en 200 hectáreas de la localidad neuquina de Bajada del Agrio, concedidas durante 50 años sin cargas impositivas y aduaneras. La misma está compuesta por una antena de 35 metros de alto y 450 toneladas, y varias instalaciones asociadas a la observación del espacio profundo. Además, la base se encuentra en una zona de exclusión de frecuencias de un radio de 100 Km, y para el ingreso se necesita una autorización expresa del gobierno chino. A favor de Argentina solo queda la posibilidad de un uso de las instalaciones por parte de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) durante un reducido tiempo que no alcanza las dos horas diarias (10%).
Lo problemático de la cuestión aquí analizada, más allá de ser un desventajoso acuerdo para Argentina, es la existencia de cláusulas de confidencialidad que despiertan la duda de un posible uso militar de la base. Aunque las autoridades chinas esgrimen que los fines de las instalaciones son pacíficas, es cuanto menos inquietante que la misma se encuentre bajo la dirección del Ejército Popular de Liberación (EPL). Tampoco es tranquilizador la construcción de la enorme antena que tiene capacidad para, no solo observar el espacio exterior, sino también la de interceptar comunicaciones de otros países o cuadrar la ubicación y trayectoria de los satélites estadounidenses que recorren el hemisferio sur.
La desconfianza llega incluso a uno de los mayores socios, a todos los niveles, de Argentina, el país fronterizo Brasil. Un reciente documento, revelado por el diario Folha de Sao Paulo, llamado “Escenarios de Defensa 2040” realizado con las perspectivas de 500 militares de las Fuerzas Armadas brasileñas, pone de relieve la posibilidad del establecimiento de bases militares chinas en Argentina, dentro del marco de una creciente competencia en materia de seguridad entre China y Estados Unidos.
A través del relevamiento de las fuentes oficiales se aprecia que Argentina no dispone de mecanismos de verificación de la actividad, menos aún con el tiempo reducido del que disponen los investigadores del Conae para ingresar en las instalaciones, lo que junto a la amplificación de la polémica por los medios de comunicación ha llevado a la desconfianza pública.
Esta problemática se enmarca dentro de la competencia entre EEUU y China en el Asia-Pacífico, dentro del nuevo reparto del poder en un mundo multipolar y con una enorme interdependencia entre los distintos estados. China se posiciona así como la principal amenaza para los intereses de EEUU tal como lo expone su propia actualización de la Estrategia de Seguridad Nacional, entrando de lleno en el área de influencia norteamericano mientras que consolida la suya en oriente, a pesar de los recientes intentos de la administración Obama y de la de Trump de frenar este avance. Argentina por su parte, practica actualmente una estrategia de pivotaje, entre ambas potencias, que podría finalmente jugarle en contra.
Argentina, en un contexto de debilidad, ha decidido aceptar cualquier tipo de concesión a cambio de inversiones directas de capital en el país. El problema es que China, por el momento, ve al país austral como garantía de abastecimiento de materias primas, más que un espacio de inversión en infraestructura y conectividad. A su vez, Estados Unidos continúa siendo el principal actor político – militar de la región, tanto en términos de ventas de armas como de bases militares. Es por ello que esta decisión es especialmente delicada al poner a la Argentina, ante un un posible escenario de conflictividad entre ambos hegemones lo que supondría la restructuración del posicionamiento nacional siempre y cuando mantenga márgenes de autonomía en las decisiones política estratégicas en el futuro.
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“Argentina, en un contexto de debilidad, ha decidido aceptar cualquier tipo de concesión a cambio de inversiones directas de capital en el país.”
A aquellos que creen ver en la asociación con China la salvación de la Argentina, les recomiendo que vean lo que le está pasando a Montenegro (país del sureste de Europa situado en la península balcánica)
Se habla del peligro que representa las inversiones/préstamos de China relacionados con la BRI (one Belt, one Road Initiative) cuando se aplican a proyectos difíciles o imposibles de amortizar en un periodo de tiempo razonable (menos de 15 años, por ejemplo). Lo contrario supondría (aquí es donde viene el peligro) una auténtica “trampa de deuda”.
¿Hasta cuando pensando como debiles?.. Hay que reamar militarmente el país. A los gringos y los piratas solo le importan ellos y su “seguridad” (o sus negócios) ¿desde cuando piensan en aydarnos?.. ¿o se olvidaron de las cosas que han hecho?..
Otra vez la burra al trigo. De la estación de la agencia Europea no se habla? Entiendo que nos debe preocupar lo la opinión de militares brasileños? En base de que ellos también tienen territorio usurpado por un miembro de la OTAN? Ellos deberían estar preocupados por su plan nuclear y quién los entorpece. Digamos que ya estamos condicionados con quién “mira preocupado” gracias a una “deuda-trampa”… Decepcionante este análisis. Pero si ya cobro no le va a doler.
“Argentina, en un contexto de debilidad, ha decidido aceptar cualquier tipo de concesión a cambio de inversiones directas de capital en el país.”
Debilidad ésta, que los propios EEUU ayudaron a consolidar.
Los Chinos son usureros, EEUU y Reino Unido que en el 2008 desplumaron a medio planeta, no …
Recordemos que UK nunca nos pagó la deuda de la segunda guerra.
Los Chinos no serán santos, pero hasta ahora reconocieron a nuestro estado. ¿Los ingleses que ocupan nuestro territorio y financian a los grupos mapuches, que son?