Hace algunos días, el portavoz del primer ministro británico, Boris Johnson, indicó que no hay una fecha límite que determine hasta cuándo proseguirán las conversaciones entre ambas partes. Empero, sí insistió en que este país sigue siendo partidario de alcanzar “una solución consensuada“.
“Hay lagunas entre nuestras posiciones y como ya estipulamos en julio, creemos que las condiciones para (que se active) el Artículo 16 —que suspendería de forma unilateral partes del acuerdo— ya se han dado“, dijo el portavoz.
En este sentido, Gran Bretaña y la Unión Europea deberán intensificar sus esfuerzos a partir de la próxima reunión entre David Frost y Maros Sefcovic, con el fin de salir de su estancamiento sobre los acuerdos comerciales posteriores al Brexit para Irlanda del Norte. Esto se debe a que Bruselas acogió con cautela un cambio de tono desde Londres.
Lo cierto es que las relaciones entre la UE y Londres se han deteriorado en las últimas semanas después de que Reino Unido, descontento con el acuerdo que firmó en 2020, amenazara con desencadenar una cláusula de emergencia conocida como Artículo 16, que podría conducir a una guerra comercial.
Al respecto, el negociador de la UE, dijo que esperaba que las dos partes pudieran generar impulso al abordar problemas específicos, en lugar de centrarse en preocupaciones más fundamentales provenientes del lado londinense.
En la reunión en Londres la semana pasada, Sefcovic añadió: “Reconozco y celebro el cambio de tono de la discusión con David Frost hoy y espero que esto conduzca a resultados tangibles para la gente de Irlanda del Norte“.
Por último, el vicepresidente de la Comisión Europea dijo que, si el gobierno británico suspende el Protocolo de Irlanda del Norte, tendrá “graves consecuencias” para la región y la relación de Bruselas con el Reino Unido.
Con especial énfasis en la atención de los políticos irlandeses, el comisionado dijo que le preocupa la retórica y la acción del gobierno británico en torno a la implementación del acuerdo, en particular el protocolo divisivo.
Horizonte incierto
Hoy por hoy, las esperanzas de llegar a un resultado positivo son bajas conforme a que Londres advirtió que no dudará en recurrir eventualmente “como única opción” a la activación del llamado Artículo 16. Esa decisión daría con la suspensión unilateral partes del acuerdo —por el que Irlanda del Norte continúa vinculada al mercado único de bienes— si las negociaciones fracasan.
En ese marco, el objetivo planteado por las partes, en comunicados separados, es avanzar en cuestiones clave que complican ahora la puesta en práctica del protocolo para Irlanda del Norte. Este sistema fue centralmente pensado para evitar la vuelta a una frontera física en el Úlster tras el Brexit pese a la necesidad de controlar el paso de las mercancías entre la provincia norirlandesa e Irlanda, miembro de la UE y, por ende, puerta de entrada al Mercado Interior.
Por otra parte, se debe tener en cuenta que el protocolo entró en vigor en enero como parte de los acuerdos del Brexit, aunque el Reino Unido ha pospuesto la aplicación de algunas de sus disposiciones porque argumenta que crean demasiadas fricciones económicas y sociales.
No obstante, el escenario se bifurca en dos posiciones. Por un lado, Londres dice que los controles son desproporcionados y amenazan el acuerdo de paz de 1998 en Irlanda del Norte. Por el otro, la UE afirma que se necesitan controles estrictos para proteger su mercado único de 450 millones de personas.
Por su parte, Irlanda ha manifestado que el acuerdo de libre comercio que tuvo como sustento el acuerdo de Irlanda del Norte también podría dejarse de lado, lo que conduciría a una posible guerra comercial.
Bien sabido es que la atención especial al área que se vincula con la supervisión regulatoria en Irlanda del Norte. A ello se le introduce Londres exigiendo que cualquier papel rector del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas sea eliminado del acuerdo de separación entre el Reino Unido y la UE.
“A juzgar por mi experiencia y analizando todas estas negociaciones, estoy convencido de que debemos mantenernos firmes en nuestras relaciones con el Reino Unido como lo hemos hecho en los últimos meses y años”, manifestó el comisionado Sefcovic.
En ese sentido, a través de sus palabras dejó en claro que la UE demostró que ha escuchado los problemas relacionados con el protocolo y está dispuesta a resolverlos. “Esa es, por supuesto, mi preferencia por el futuro. Se trata de buscar soluciones constructivas para asegurarnos de que con nuestras acciones realmente demostremos que estamos aquí para la gente de Irlanda del Norte, que sabemos cómo resolver este problema y podemos hacerlo dentro del protocolo”, agregó.
“Aunque sé que para David y su equipo el Artículo 16 sigue siendo una de las opciones que mantienen sobre la mesa, agradezco el cambio de tono y espero que esto nos oriente cuando tengamos la reunión del viernes. “
Por su parte, el senador del Sinn Fein, Niall O Donnghaile, dijo que la activación del Artículo 16 crearía un “enorme nivel de incertidumbre e inestabilidad“.
“Ese tipo de amenazas y ese tipo de retórica en torno al protocolo se está traduciendo en desorden callejero en los últimos tiempos en la ciudad en la que vivo en Belfast y eso tiene que ser condenado”, concluyó el senador.
Por último, es importante destacar que el Reino Unido y la Comisión Europea han retomado sus contactos para solucionar las dificultades que ha creado el citado protocolo en la provincia británica, un mecanismo incluido en el Acuerdo de Salida para mantener abierta la frontera entre las dos Irlandas, tal y como obligan los acuerdos de paz de 1998.
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