A última hora del pasado lunes, el primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, dirigió un esfuerzo de guerra desde el frente mientras que el viceprimer ministro, Demeke Mekonnen Hassen, se hacía cargo de los asuntos gubernamentales de rutina.
El portavoz del gobierno, Legesse Tulu, detalló la transferencia de algunas tareas de rutina en una conferencia de prensa, ya que Abiy anunció que planeaba dirigir personalmente la lucha contra las fuerzas de Tigray.
El funcionario detalló que llegó la hora de “liderar el país con sacrificio” y que era necesario encontrarse “en el frente de guerra”.
Cabe destacar que el mes pasado las fuerzas de Tigray y sus aliados amenazaron con marchar sobre Addis Abeba, la capital.
Diversos movimientos se han desarrollado en estos últimos meses entre el gobierno y los rebeldes, mientras que continúan las maniobras de las fuerzas de Tigray en forma de protesta.
Recientemente, los rebeldes de Tigray han estado luchando para cortar un corredor de transporte que une a la Etiopía sin litoral con el principal puerto de la región, Djibouti.
Por su parte, el enviado especial de Estados Unidos, Jeffrey Feltman, anunció el martes que las milicias regionales y militares de Etiopía habían podido contener los intentos de Tigray de cortar este corredor, aunque pudieron moverse hacia el sur.
Las tensiones dentro de Etiopía siguen latentes, y no parece haber una resolución en el futuro próximo.
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