El jefe de Defensa de Rusia firmó el martes una hoja de ruta para estrechar los lazos militares con China, señalando los vuelos cada vez más frecuentes de bombarderos estratégicos estadounidenses cerca de las fronteras de ambos países.

Durante una videollamada, el ministro de Defensa, Sergei Shoigu, y su homólogo chino, Wei Fenghe, “expresaron un interés compartido en intensificar los ejercicios militares estratégicos y las patrullas conjuntas de Rusia y China”, según el Ministerio de Defensa ruso.

“China y Rusia han sido socios estratégicos durante muchos años”, dijo Shoigu. “Hoy en día, en condiciones de creciente turbulencia geopolítica y creciente potencial de conflicto en varias partes del mundo, el desarrollo de nuestra interacción es especialmente relevante”.

Shoigu se refirió a los vuelos cada vez más frecuentes de los bombarderos estadounidenses cerca de las fronteras rusas, diciendo que sólo el mes pasado hubo 30 misiones de este tipo.

“Este mes, durante el ejercicio de la fuerza estratégica estadounidense Global Thunder, 10 bombarderos estratégicos practicaron el escenario de uso de armas nucleares contra Rusia prácticamente de forma simultánea desde las direcciones occidental y oriental”, dijo Shoigu, añadiendo que se acercaron hasta 20 kilómetros (12 millas) a la frontera rusa.

También señaló un aumento en el número de vuelos de bombarderos estadounidenses sobre el Mar de Okhotsk, donde practicaron llegar a los puntos de lanzamiento de misiles de crucero, diciendo que supone una amenaza tanto para Rusia como para China.

“En un entorno así, la coordinación ruso-china se convierte en un factor estabilizador en los asuntos mundiales”, dijo Shoigu.

Wei elogió a Rusia por haber contrarrestado con éxito lo que describió como presiones y amenazas militares de Estados Unidos.

Shoigu y Wei celebraron una serie de maniobras en las que participaron aviones de guerra y buques navales rusos y chinos, y firmaron un plan de cooperación militar para el periodo 2021-2025.

El presidente ruso, Vladimir Putin, y el líder chino, Xi Jinping, han desarrollado fuertes lazos personales para reforzar una “asociación estratégica” entre los antiguos rivales comunistas mientras ambos se enfrentan a las tensiones con Occidente.

Aunque Rusia y China rechazaron en el pasado la posibilidad de forjar una alianza militar, Putin dijo el año pasado que esa perspectiva no puede descartarse. También ha señalado que Rusia ha compartido con China tecnologías militares altamente sensibles que han ayudado a reforzar significativamente su capacidad de defensa.

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Redacción
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