Corea del Norte, Corea del Sur, Estados Unidos y China han acordado “en principio” poner fin formalmente a la Guerra de Corea, que concluyó efectivamente con un armisticio en 1953.
“No podemos sentarnos a discutir o negociar las declaraciones” debido a las exigencias de Corea del Norte, dijo el lunes el presidente surcoreano Moon Jae-in durante una visita a Australia. “Esperamos que se inicien conversaciones”.
Pyongyang quiere que Estados Unidos abandone lo que denomina “política hostil” hacia ella, confirmó Moon. Tradicionalmente, Corea del Norte ha entendido eso como la presencia de fuerzas estadounidenses en Corea del Sur, los ejercicios de entrenamiento conjuntos entre Estados Unidos y Corea del Sur y las sanciones estadounidenses a Corea del Norte destinadas a frenar su acumulación de armas nucleares.
El Departamento de Estado de EE.UU. dijo a Axios que los funcionarios estadounidenses están “dispuestos a reunirse sin condiciones previas” y “esperamos” que Pyongyang “responda positivamente a nuestro acercamiento”.
“La declaración del fin de la guerra en sí misma no es un objetivo final”, dijo Moon, escribiéndola en cambio como un paso esencial hacia la desnuclearización y la paz en la península coreana.
Con Corea del Norte cada vez más aislada y el fin de la administración Moon, los especialistas concuerdan que acabar formalmente con la guerra es la “última esperanza” del presidente surcoreano. Pero ni Estados Unidos ni Corea del Norte parecen tan entusiastas y optimistas con la idea como el mandatario.
Como concluyen los expertos, “Corea del Sur no firmó el armisticio. Este acuerdo de fin de guerra no es un regalo para los libros de historia. Puede seguir intentando sentar a todas las partes a la mesa, pero conseguir que todas estén de acuerdo con los detalles sería el equivalente diplomático a escalar el Everest.”
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