Desde su creación el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha tenido una intervención cuanto menos controversial en los países en desarrollo, pero el caso de Argentina destaca por su conflictividad y perduración.
Si bien los créditos que surgen de la institución financiera se contemplan como transitorios y con el fin de alcanzar la estabilidad monetaria y financiera de los países integrantes, en el caso de Argentina los créditos asumidos se han ido encadenando durante 38 años, desde 1956 hasta el pago por adelantado de la deuda pendiente en el 2006.
A su vez, todas las crisis de deuda soberana de dicho país sucedieron en vigencia de uno de los programas del FMI (1962, 1983, 1993, 2001) así como períodos de alta inflación y sobreendeudamiento (1958-1962, 1976-1983, 1991-2001).
Ahora el país austral tiene que afrontar una nueva deuda, asumida en 2018, que se eleva hasta los 44.000 millones de dólares y que comprende el desembolso más grande de la historia del FMI. Esta misma semana, en mitad de las negociaciones por reestructurar dicha deuda, el gobierno deberá abonar el primer pago del 2022, que alcanza los 700 millones de dólares.
Negociaciones aparte, el esquema de vencimientos estipula que Argentina deberá afrontar este año el pago de 19.000 millones de dólares entre vencimientos de capital (US$ 17.600 millones) e intereses (US$ 1239 millones). En el 2023 se daría un pago similar de 18700 millones de dólares de capital y 419 millones de dólares en intereses, dando fin a la deuda en 2024 con un pago final de 4800 millones.
Recientemente el presidente de la nación argentina, Alberto Fernández, aseguró que “nosotros queremos tener derecho a crecer como creemos que debemos crecer”, haciendo referencia de forma explícita a las medidas que son exigidas por el FMI, no solo para la otorgación de sus créditos sino también para cualquier negociación referente a una restructuración del mismo.
Estas medidas exigidas por el organismo internacional se enmarcan dentro de las denominadas políticas ortodoxas en materia económica, que incluye medidas como la liberalización del comercio exterior y los movimientos de capitales, la limitación del gasto público, la eliminación de controles de precios, entre otras.
¿Cuáles serían las consecuencias de no pagarle al FMI?
El principal peligro que corre Argentina en caso de un impago, o de no llegar a un acuerdo de reestructuración de la deuda, sería un salto devaluatorio e inflacionario que conduciría inevitablemente a un aumento de la pobreza, el desempleo y una bajada de la producción.
Si se entrara en default, se cerraría la posibilidad de acceso a créditos de instituciones internacionales, afectando al comercio exterior debido a que los bancos no podrían otorgar créditos a la exportación, cayendo de esta forma el producto interior bruto.
El FMI por su parte, sigue presionando para que se apruebe en Argentina un programa económico que denominan como “sostenible”, que incluiría la reducción del gasto público. El problema principal que ha encontrado el gobierno hasta el momento es que un ajuste financiero, que implicara la reducción del gasto, supondría un suicidio político en un momento en el cual la nación argentina, al igual que las del resto del mundo, necesita realizar inyecciones monetarias para reactivar la economía tras el estancamiento que supuso la pandemia del COVID-19.
Ahora bien, el gasto público financiado con emisión monetaria suele generar desconfianza en la inversión privada, la cual es necesaria para asegurar un ingreso sostenido en dólares y evitar su fuga. Es por ello que el gobierno se encuentra en una encrucijada en cuanto a las negociaciones por la reestructuración de la deuda, y cuyo resultado parece impredecible por el momento.
En mitad de las negociaciones, diversos presidentes latinoamericanos como el chileno Gabriel Boric y el mexicano Andrés Manuel López Obrador, han mostrado su apoyo a Alberto Fernandez para alcanzar un pacto que no suponga un daño irreversible para la economía argentina. A este apoyo se sumó el futurible presidente de Brasil Lula da Silva, lo que nos conduce a pensar que ya se está estructurando un nuevo eje latinoamericano de características similares al compuesto en la década de los 2000.
Algo que parece claro es que existe la intención, desde ambos lados, de alcanzar un acuerdo que no perjudique sobremanera a ninguno de los dos interesados. Para ello es necesario alcanzar primero un acuerdo en el seno del parlamento argentino, ya que cualquier programa económico recetado por el FMI parece condenado al fracaso si no existe un consenso que permita que las reformas programadas sean continuadas más allá del 2023.
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Puros fantasmas en cuanto a las consecuencias…..
solo especulaciones de aquellos que nos llevaron a la deuda y se vieron beneficiados, por que esas deudas dieron retornos hacia todos lados…..y si no se paga solamente ellos quedaron expuestos……
la única solución a la deuda es meter preso a todos esos delincuentes del sistema financiero, que nada producen y viven siempre si exepcion de saquear al estado……
El glorioso y patriótico legado del “mejor equipo de los últimos cincuenta años”…
El General Perón, como no era economista, lo explicó de modo que todos lo entiendan: El FMI es una creación del imperialismo para decidir sobre el valor de la moneda de los países periféricos.
Por eso no ingresó al Fondo. Tuvo que venir la fusiladora para que comience nuestro calvario, como claramente lo describe el artículo.
Por eso los presidentes Kirchner y Da Silva, en forma hábilmente coordinada, cancelaron las deudas de nuestros países al tiempo que se le dijo no al ALCA.
Y los delincuentes no están presos porque no se avanza en la investigación de la legitimidad de la deuda del erario como lo hicieron los Olmos padre e hijo.
El lobby es muy fuerte.
Los kirchner cancelaron la deuda con el FMI usando reservas del banco central y caotizando con ello la economia. Al final de mandato de CFK el banco central estaba vacio. Fue por patriotismo ? no, fue porque el mal manejo de la economia por parte de los kirchner estaban haciendo que se desmadren todas las variables economicas y para evitar señalamientos del FMI, decidieron sacarselo de encima manoteando para ello las reservas que respaldan el valor de la moneda.
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Caotizar la economía es pedir de manera totalmente irresponsable e innecesaria, esto es sin justificativo técnico alguno y sin los correspondientes consensos y deliberaciones institucionales y sociales, el equivalente a un plan Marshall y dilapidarlo en poco tiempo en una sistemática fuga de capitales astronómica, recordemos que el mismo FMI, auditorias internacionales recientes y funcionarios de primera línea de EEUU como Claver Carone (hoy presidente del BID) reconocieron el desastroso manejo que el gobierno de Macri hizo de dicho crédito. Cuando nos sacamos de encima al FMI (muy a pesar de algunos que gustan de vivir en un país sometido a los lineamientos geopolíticos de cierta embajada) la argentina tuvo pese a todo un ciclo de crecimiento y relativo desarrollo, mejorando muchos de sus indicadores sociales y económicos. El crédito nefasto de Macri por el contrario respondió a la necesidad de su proyecto político y electoral personal, el FMI le dio el paquete de recursos más grande de la historia del organismo y lo dilapidó, este es el dato objetivo y empírico, por otro lado es totalmente mentira que se pidió dicho crédito para tapar las deudas pasadas, el mismo Dujovne reconoció a poco de asumir como funcionario del “mejor equipo de los últimos 50 años” que el nivel de endeudamiento de la Argentina era de los más bajos del mundo, en todo caso si había algún desequilibrio producto del déficit fiscal lo que hizo el macrismo lejos de buscar una solución proporcional, mesurada y racional fue tapar un agujerito abriendo un cráter lunar y empeorando todos las condiciones macroeconómicas de la argentina. Macri luego de jurar en campaña que “al fondo no pensaba volver” dijo luego en cadena nacional que el crédito seria utilizado para apalancar el crecimiento y el desarrollo de la economía (lo pueden buscar en YouTube), Yo me pregunto: ¿Alguien vio dicho crecimiento en sus cuatro años de ruinosa gestión?, ¿Que paso con el segundo semestre exitoso mil veces anunciado?, ¿Y los brotes verdes?, ¿Y la lluvia de inversiones? Pero hete aquí que macri declaró recientemente que el crédito se utilizó para que los bancos que querían irse del país pudieran hacerlo, cito textual: “la plata la usamos para pagarle a los bancos”, una forma “elegante” de admitir que se patinaron la guita a través del sistema financiero, el FMI (EEUU que otorgo el crédito en una acción unilateral) sin dudas cumplió con su objetivo geopolitico, ellos sabían perfectamente a quien le estaban prestando, nunca juegan a perdida, desde ya no pudieron sostener al inútil supremo en el gobierno un mandato más (que hubiera seguido pidiendo y pidiendo dilapidando recursos tapando un agujero con otro aun más grande y profundo) pero se logró condicionar a la Argentina por los próximos 25-30 años y ahora cogobiernan con el gobierno que venga, sin importar su color, ahora ellos nos planifican la economía, felicitaciones al genio patriota y gran estadista que logro que FMI se instale con cama adentro en Balcarce 50 por algunas décadas más y nos diga a los argentinos que hacer y a quien ajustar.
el fmi lo inventaron las elite de eeuu para tener controlado a los paises como argentina y poder manejarlos como ellos lo desean. no hay mucho misterio con eso. argentina sigue habiendo mucho cipayo que nos entregan en bandeja de plata como lo hizo el mau antes de irse al endeudarnos con una deuda impagable.