El pasado miércoles, el ministro del Interior de Turquía, Süleyman Soylu, afirmó abiertamente que habían “enviado a miles de miembros de la organización terrorista Daesh (ISIS) a Occidente porque los trasladaron a zonas de conflicto”.
Soylu añadió que estos miembros son “niños pequeños de Occidente” y que quienes ceen que el PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán) y el Daesh son enemigos entre sí “están equivocados”.
Turquía alegó que haber enviado miembros del ISIS no los convierte en malignos, sino que la “mente malvada” con la que están lidiando es Europa, que ayuda a los terroristas.
“Reciben patrocinio de Francia, Bélgica, los Países Bajos, Alemania y todos los países europeos. Hacen esto a través de agencias de inteligencia. Comparten el dinero, lo usan para continuar con sus actos terroristas y mantener estilos de vida ilegales”, declaraba Soylu.
Así, el ministro alegó que Occidente es quien apoya a las organizaciones terroristas a través de su propio gobierno, comentarios que han sido tildados como reactivos por diversos funcionarios.
Mientras tanto, Estados Unidos y otras potencias occidentales han respondido indirectamente a lo expuesto por Soylu, afirmando que Turquía ha protegido y apoyado a ISIS y otros terroristas.
“Muchos líderes de Daesh [ISIS] y al-Qaeda todavía están vivos, protegidos por Turquía en áreas ocupadas del noreste y noroeste de Siria. ¿Hay alguna duda de que Turquía convirtió áreas del norte de Siria en una zona segura para los líderes de Daesh [ISIS]?” afirmaba en una entrevista el jefe de la oficina de información y medios de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), Farhad Shami.
Además, en otras ocasiones, Biden ha señalado que Turquía impide socavar la lucha contra el ISIS y su ofensiva en Siria, ya que “pone en peligro a los civiles y amenaza con socavar la paz, la seguridad y la estabilidad en la región”.
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