Corea del Sur en el día de ayer eligió a su nuevo líder en términos políticos, en una elección marcada por el Covid-19, la situación económica y la relación con Corea del Norte el conservador Yoon Suk-yeol se quedó con la victoria en los comicios.
Para comprender mejor las implicaciones de la jornada electoral y las consecuencias de las mismas, Escenario Mundial tuvo el honor de intercambiar con Antonella Mariel Paniagua, que es licenciada de Relaciones Internacionales de la Universidad Abierta Interamericana (UAI). Actualmente estudiante de la Diplomatura de Estudios Coreanos de la Universidad del Salvador (USAL). Reportera Honoraria del Portal de Korea.net, portal multilingüe gestionado por el KOCIS, adscrito al Ministerio de Cultura, Deportes y Turismo de la República de Corea del Sur.
A continuación, la entrevista completa:
Escenario Mundial – Muchos análisis afirman que estas elecciones son decisivas para el futuro de Corea del Sur tanto en el seno interno como en el plano exterior, ¿cómo usted evalúa el impacto de la jornada electoral del Estado asiático?
Antonella Paniagua – Las elecciones en Corea del Sur han generado gran revuelo en torno a la política doméstica como exterior del país. En primer lugar, estamos presente a unas elecciones alejadas de lo habitual que estuvieron marcadas en un contexto de una ola en crecimiento de casos de COVID-19; hablamos de 208.000 casos por día. A pesar de la situación presente es importante recalcar la necesidad de expresar su voto y cumplir con su derecho como ciudadano por parte de la sociedad coreana. Un 77.1% (34.071.400 de los 44.197.692 ciudadanos en Corea del Sur) han ejercido su voto, con una diferencia porcentual de un 0.1% menos con respecto a las elecciones presidenciales presididas en 2017. Ellos nos invitan a analizar la necesidad de emitir un voto por parte de la sociedad coreana, ya sea por la continuidad del partido oficialista, Partido Demócrata, el cual se encuentra representado en la figura del actual presidente Moon Jae In y cuyo candidato en estos comicios fue Lee Jae Myung u optar por un cambio hacia el sector conservador en mano del Partido del Poder del Pueblo, cuya figura es Yoon Suk Yeol.
Las elecciones del día de hoy han sido llamadas con anterioridad una de las más pobres en términos de políticas a futuro y presentación de plataformas de gobierno en torno a la proyección y aplicación en los próximos 5 años de mandato. Ambos candidatos llegaron a las elecciones optando por un recurso: demonizar al contrincante. El votante coreano se ha encontrado en la encrucijada de tener que elegir “el mal menor”. Una de las críticas que vemos presente en el camino hacia los comicios es que no hay un voto por tradición partidiaria, afinidad ideológica, sino que han caído en el “voto castigo”. Eso es lo que hemos visto en las elecciones de hoy.
Ambos candidatos llegaron a las elecciones optando por un recurso: demonizar al contrincante. El votante coreano se ha encontrado en la encrucijada de tener que elegir “el mal menor”.
Primero me gustaría destacar que ambos candidatos, tanto como Yoon y Lee, han emergido como los principales candidatos rodeados de rumores de corrupción. Es importante hacer mención a ello porque la mayor parte de los ciudadanos coreanos determinan su voto en torno a la transparencia y si se encuentra investigado o existe una mínima posibilidad de que esté relacionado a algún caso de corrupción.
Si tuviéramos que establecer una causa principal que pueda responder al por qué de la victoria del ala conservadora, podríamos decir que el perdón otorgado hacia la ex presidente, Park Geun-Hye llevó a que muchos votos del ala progresista que se relocalizaran en el Partido Popular del Pueblo. El actual presidente de Corea del Sur, Moon Jae In, otorgó el perdón tras haber sido acusada, posterior al impeachment en el año 2017, de corrupción y abuso de poder. Desde ya esta medida fue controversial. La sociedad coreana siempre se ha caracterizado por la expresión de sus ideales en todos los momentos de su historia; durante la colonización japonesa, las luchas por la democracia y la ampliación de los derechos. Es por ello que ante casos de corrupción no pueden no expresar su posición, en este caso, lo vimos reflejado en las urnas.
Un detalle no menor es que Yoon Suk Yeol fue el fiscal que acusó, procesó y envió a la cárcel a la ex presidente Park Geun-Hye. Su candidatura, y su historial en este caso, si fue determinante para un cierto caudal de votos de mujeres del ala conservadora que decidieron no apoyarlo en esta elección, pero, por otro lado, si obtuvo el apoyo de un caudal de voto masculino dentro de la franja etaria de los +20 años quienes celebraban su accionar como fiscal en el caso de corrupción. El Partido del Poder Popular ha ganado muchos adeptos entre los hombres jóvenes que creen que el impulso a favor de la igualdad de género de Moon Jae-in ha perjudicado sus oportunidades de progreso económico, y, por lo tanto, tienden al conservadurismo como integrantes de movimientos “antifeministas”.
Ya se puede observar que la campaña empezaba a formarse en torno a una división entre la población femenina y masculina, entre feminismo y machismo. Recordemos que la sociedad coreana es conocida por tener una base fuertemente patriarcal donde la mujer sigue teniendo sueldos mucho más bajos en comparación de los hombres y donde las expresiones de género siguen siendo el foco para la discriminación y marginación.
Ahora si observamos aquello que ha acercado a las urnas al votante coreano podemos mencionar algunas causas como: preocupación por la economía, dificultades al acceso al empleo y a la vivienda, la grave crisis existente en Seúl (donde los precios aumentaron 50% en estos últimos 5 meses), donde se considera un fracaso en: la política del progresista Moon Jae In en la defensa del empleo y el salario, en contener la inflación y la suba de los precios inmobiliarios, y a su vez, como consecuencia de ello, se ha acrecentado aún más la brecha de la desigualdad social, especialmente en la población joven. Sólo nombramos a alguno de ellos, pero han sido lo más determinantes a la hora de elegir acercarse a emitir el voto y optar por un cambio o no.
Ahora si observamos aquello que ha acercado a las urnas al votante coreano podemos mencionar algunas causas como: preocupación por la economía, dificultades al acceso al empleo y a la vivienda, la grave crisis existente en Seúl
EM – Si bien los resultados marcaron unas elecciones muy reñidas, ¿cómo afecta en términos de polarización de la sociedad la marcada división entre los partidos políticos en Corea del Sur?
AP – Lo primero que se puede destacar de los primeros resultados que hemos obtenido hasta el momento es que nos hablan sobre el apoyo a un discurso que refuerza el pensamiento conservador y machista en varios sentidos. La campaña se ha centrado en ataques personales, utilizando discursos anti-feministas, causas de corrupción como una forma de desacreditar y demonizar al contrincante. La política surcoreana se ha visto relegada a una profundización de la división más centrada en rivalidades partidarias que en propuestas concretas destinadas a la mejora de la vida de los coreanos. El ciudadano coreano se ha visto en la posición de elegir aquello que responde a la sociedad coreana en la que quiere vivir. Si uno analiza la campaña de ambos no se puede dimensionar cuáles son efectivamente las políticas que quieren aplicarse una vez en el poder, sino que se han quedado en el estadío de discusión política superficial en torno a votar por “venganza” porque determinado candidato forma parte de un partido político que ha otorgado el perdón o cuya gestión no ha cumplido con sus expectativas y por eso vira hacia otro partido donde busca poder generar afinidad política pero se encuentra que el discurso se centra en criticar todo lo hecho por el otro candidato, resaltando sus males, y no en presentar propuestas concretas de acción en los próximos 5 años.
La política surcoreana se ha visto relegada a una profundización de la división más centrada en rivalidades partidarias que en propuestas concretas destinadas a la mejora de la vida de los coreanos.
La campaña y el resultado de las elecciones ha dejado en claro que la personalidad, y no las propuestas y políticas, pesan más a la hora de votar. También responde a un electorado que se encuentra más descreído de las instituciones políticas y cada vez más dividido por cuestiones de género, edad y clase. Considero que, aunque haya ganado el candidato que votaron o no, los ciudadanos coreanos no se encuentran satisfechos ni con los candidatos que los representan viéndose en el medio de una insatisfacción política y crisis de representación.
EM- ¿Se puede decir que con la victoria de Yoon Suk-yeol, este “viro” al sector conservador abre un nuevo proceso en la política de Corea del Sur con respecto a Corea del Norte?
AP- Efectivamente, si Yoon Suk Yeol lleva su discurso a la práctica estaríamos ante un nuevo momento en la política intercoreana. Estaríamos ante un cambio radical en comparación del anterior presidente progresista, Moon Jae In, donde pasaríamos de negociación y diálogo en pos evitar la escalada de tensión en la península a un incremento en la militarización de Corea del Sur que va a generar una gran reacción en Pyongyang donde podríamos ver una amenaza aún mayor que la existente en el despliegue de su programa nuclear. Asimismo, Yoon Suk Yeol ha planteado la posibilidad de generar un ataque preventivo contra las instalaciones norcoreana para responder a una amenaza inminente y también se comprometió a desplegar unidades adicionales del Sistema de Defensa Terminal de Área a Gran Altitud (THAAD) de EE. UU. (Pekín considera este sistema una amenaza contra su seguridad) en Corea del Sur. Medidas como estas podrían empeorar la débil relación entre las Coreas llevando a una escala del conflicto inminente.
Si Yoon Suk Yeol lleva su discurso a la práctica estaríamos ante un nuevo momento en la política intercoreana. Estaríamos ante un cambio radical en comparación del anterior presidente progresista, Moon Jae In, donde pasaríamos de negociación y diálogo en pos evitar la escalada de tensión en la península a un incremento en la militarización de Corea del Sur que va a generar una gran reacción en Pyongyang donde podríamos ver una amenaza aún mayor que la existente en el despliegue de su programa nuclear.
El último período del gobierno de Moon Jae In se ha situado en una posición conciliadora luego de que las tensiones habían escalado en 2020 cuando Corea del Norte demolió la Oficina de enlace intercoreana, un símbolo de la reconciliación, ubicada en zona de frontera. Posterior al suceso, se cortaron las comunicaciones y se enfrío el diálogo entre ambas Coreas. Lo cierto es que se había hecho un gran avance con el programa de Reunificación Familiar en el que se programaban viajes desde Corea del Sur hacia el norte en pos de reencontrarse aquellas familias que habían quedado divididas durante el conflicto bélico y posteriormente ante la división limítrofe en el paralelo 38°.
La victoria conservadora debemos analizarla desde múltiples aristas que giraran en torno a la cooperación o conflicto intercoreano:
Primero, Yoon ha manifestado que generará una mayor integración de Corea del Sur con Estados Unidos. En el marco de los cambios en el sistema internacional presente, todo movimiento militar en el que se encuentren intereses en disputa por parte de Estados Unidos, genera una reacción desde la política de China. Si nos remontamos a la historia de Corea del Sur, anterior a la división y al período colonial japonés, hablábamos de un “Estado Vasallo” que seguía las políticas y estaba bajo el yugo de la “Nación del Medio”, por lo que la presencia de China en la península no es algo nuevo. Lo cierto que un acercamiento de Estados Unidos en Corea del Sur es estar presente en el área de influencia china. Esto generaría un aumento de las tensiones inmediatas porque China es el principal aliado comercial de Corea del Norte desde la guerra intercoreana, y ha sido el principal proveedor para la expansión de su industria nuclear. Mayor presencia de Estados Unidos en Corea del Sur, mayor posibilidad de incremento de tensión en la península.
Segundo, Corea del Sur entraría en la ola de “viraje hacia el Indo-Pacífico” en la que se han circunscripto las potencias con mayor peso del sistema internacional. Yoon Suk Yeol ha manifestado que apoyaría la participación de Corea del Sur en los grupos de trabajo del Diálogo de Seguridad Cuadrilateral (QUAD); un foro liderado por Estados Unidos donde se encuentra Australia, India y Japón. Por consiguiente, se abre un nuevo espacio de disputa con China.
EM- Se habló mucho del rol de los jóvenes en estas elecciones, ¿qué impacto tuvo este sector de la sociedad en el resultado final?
AP- Yo creo que fue determinante la participación del electorado joven en las elecciones presidenciales. En Corea del Sur se puede observar claramente la presencia del joven en todas las instancias cuyo destinatario sea la sociedad. Si una piensa en la historia coreana puede ver que el joven coreano ha luchado contra la Ocupación Japonesa entre 1910-1945, que se ha levantado en contra del gobierno en reclamo por la precarización laboral y el pedido por el reconocimiento y amplitud de derechos como ha sido el Movimiento de Independencia Estudiantil de Gwangju (1929); los jóvenes siempre estuvieron presentes en cuestiones políticas y las elecciones fueron un claro reflejo de ello.
No hay que olvidar que el 27 de diciembre de 2019, la Asamblea Nacional de la República de Corea aprobó enmiendas a la Ley de Elecciones de Funcionarios Públicos, rebajando la edad nacional para votar de 19 a 18 años. Esto nos permite analizar la importancia en torno al voto joven para la política coreana.
Pero la participación en estas elecciones ha generado un parte-aguas en los jóvenes coreanos que se han visto divididos por cuestiones de género y no de ideologías políticas. En las elecciones municipales, del año 2021, ya se podían observar tendencias que liderarían las próximas elecciones presidenciales. La victoria del Partido del Poder Popular en Seúl y Busan, dos de las ciudades más grandes del país, se había atribuido al exorbitante apoyo joven, sobre todo del género masculino (+20) quienes estaban irritados por la política profeminista del Partido Democrático. Por lo cual no estamos ante un panorama diferente en el año 2022. Yoon ha prometido suprimir el ministerio de la Igualdad de Género, al considerar que, pese a los datos que muestran lo contrario, las mujeres surcoreanas no enfrentan “discriminación sistémica de género” (política antifeminista que contenta a su fuerte base de votantes masculinos).
La participación en estas elecciones ha generado un parte-aguas en los jóvenes coreanos que se han visto divididos por cuestiones de género y no de ideologías políticas.
Las mujeres coreanas también han ingresado a la política motivadas por un cambio estructural de la sociedad. Un país como Corea del Sur donde la brecha salarial entre hombres y mujeres es el mayor de la OCDE, no pueden las jóvenes no involucrarse en los espacios de toma de decisión que determine sus destinos. Cada acto de representación del feminismo en el país es un centro de hostigamiento, discriminación y violencia, es por ello que es un gran reto para los espacios feministas concientizar y dar a entender que el objetivo de sus luchas no es sólo para las mujeres sino para el total de la sociedad.
Por último, debemos mencionar que distintamente del género, la principal preocupación que ha motivado a emitir el voto en las elecciones ha sido la gran tasa de desempleo joven en Corea. Si recordamos el agotar y exigente sistema de educación coreano y sus exigentes exámenes que determinan tu vida y estatus social, existe un sentimiento en los jóvenes que forman parte de este sistema que no pueden encontrar trabajo y se suma a la lista de obstáculos y limitaciones de progreso para el joven coreano.
La principal preocupación que ha motivado a emitir el voto en las elecciones ha sido la gran tasa de desempleo joven en Corea.
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